Created by Marcela Rojas
about 6 years ago
|
||
Pilar Golzalbo Aizpuru, "La vida en la Nueva España", en Pablo Escalante Gonzalbo, et al, Historia Mínima. La vida cotidiana en México, México, COLMEX, 2013, pp.49-118. El territorio novohispano México-Tenochtitlán, la capital del poder azteca solo era una mínima parte de las tierras que estaban bajo el control del poderío tenochca. Los límites de la Nueva España fueron siempre difusos y se fueron ampliando y perfilando con el paso de los siglos. En el siglo XVI, Zacatecas y Durango estaban situados en los remotos confines septentrionales del virreinato. Paulatinamente se amplió el dominio, más nominal que efectivo, hacia lo que hoy son los estados norteamericanos de California, Arizona, Nuevo México y Texas.
Pilar Golzalbo Aizpuru, "La vida en la Nueva España", en Pablo Escalante Gonzalbo, et al, Historia Mínima. La vida cotidiana en México, México, COLMEX, 2013, pp.49-118. El territorio novohispano Al mismo tiempo que se organizaban avanzadas terrestres, salían expediciones marítimas que reconocían el perfil de las costas de Veracruz a Tamaulipas, de Oaxaca a Sinaloa y aún más al norte como en el siglo XVIII hacia Alaska. Como resultaba ser una extensión difícilmente abarcable, en el norte se crearon reinos y provincias (Nueva Vizcaya, Nuevo León, Nuevo Santander, las Californias…). Capitanías y gobernaciones formaron la transición entre los dos virreinatos del siglo XVI: Perú y Nueva España Las mismas leyes y un mismo gobierno deberían haber homogeneizado las costumbres, pero las diferencias geográficas, demográficas, de recursos naturales y de tradiciones definieron las costumbres locales. Eran muy diferentes las creencias y valores, la manera de hablar y las costumbres familiares de unos y otros.
Pilar Golzalbo Aizpuru, "La vida en la Nueva España", en Pablo Escalante Gonzalbo, et al, Historia Mínima. La vida cotidiana en México, México, COLMEX, 2013, pp.49-118. El territorio novohispano
Want to create your own Notes for free with GoConqr? Learn more.