Created by Temístocles Muñoz López
about 8 years ago
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¿Qué es Educación?[1] La educación ha jugado un papel trascendental en el desarrollo de nuestra especie, desde sus formas más rudimentarias y asistemáticas en los primeros humanos, hasta su progresivo refinamiento en instituciones plagadas de fines, ideales e intenciones, y altamente organizadas con los métodos, técnicas e instrumentos más sofisticados de la actualidad. "La Nueva Evolución ha sido capaz de utilizar una forma de herencia igualmente novedosa: ya no contamos únicamente con combinaciones cromosómicas transmitidas a través de la fecundación, sino que disponemos asimismo de la transmisión de un complejo, siempre modificado y aumentado, de procedimientos y de ideas, en cuyo seno nacen y se desarrollan, a lo largo del curso de los siglos, los diversos individuos humanos." Teilhard de Chardin, en: La aparición del Hombre. Las instituciones educativas transitaron a lo largo de la historia de las civilizaciones hacia formas aristocráticas propias de las clases dominantes como los acaudalados, el clero o los generales, y posteriormente, a las formas democráticas populares para la regulación de la convivencia en comunidad. Todo dependía de las necesidades propias de cada agrupamiento humano, de cada tiempo y región geográfica. También se transformaron, desde la educación en la generalidad, otras organizaciones escolares creadas para la especialización debido a la creciente división del trabajo, y la necesidad de enriquecer los bienes intelectuales y culturales. "El género humano debe sacar poco o poco de sí mismo, por su propio esfuerzo, todas las disposiciones naturales de la humanidad. Una generación educa a la otra. El estado primitivo puede imaginarse en la incultura o en un grado de perfecta civilización" I. Kant Finalmente, la función de las instituciones educativas es educar, desarrollar ése fenómeno tan complejo que permite evolucionar y mejorarnos, bajo la premisa de que el hombre nunca es algo, siempre se está transformando en algo. De acuerdo con Ricardo Nassif (1984), la palabra educación se deriva del griego "ex-ducere" que equivale a sacar, llevar, o conducir desde dentro hacia fuera. La noción Implica tanto crecimiento como desarrollo. Afirma que también viene del latín "educare" que significa criar, nutrir o alimentar, y supone un acrecentamiento, una completud. Así, la conducción del desarrollo humano se da desde afuera con la ayuda de otros. Decía Comenio (Didáctica Magna, 2001) "Y como los niños no son todavía capaces (a lo menos no todos) de proceder con tal deliberación y raciocinio, debe ser nuestro más notable empeño el de inculcarles la fortaleza y el dominio de sí mismos… Quede, pues, sentado que a todos los que nacieron hombres les es precisa la enseñanza, porque es necesario que sean hombres, no bestias feroces, no brutos, no troncos inertes". Y continúa: "De igual modo el hombre se desarrolla por sí mismo en su figura humana (como todo bruto en la suya); pero no puede llegar a ser Animal racional, sabio, honesto y piadoso sin la previa plantación de los injertos de sabiduría, honestidad y piedad. Ahora hay que demostrar que esta plantación debe efectuarse cuando las plantas son nuevas". Menciona Dugarte (2005) El hombre ha usado la observación en un intento de explicar la realidad contextual. Desde Comenio a Herbart la comunicación didáctica se soporta en imágenes. Lo anterior también lo considera Aguirre Lora (2001) al decir que el primer libro ilustrado con fines didácticos es el Orbis sensualium pictus o El mundo sensible en imágenes, del pensador moravo Juan Amós Comenio, que inaugura este género de publicaciones. Los especialistas en cuestiones etimológicas discuten entre ellos sobre el exacto progenitor de educar... Alejandro Sanvisens defiende la doble etimología de educar; en el origen, pues: hacer salir y también conducir. Halagador. En cambio, Doval Salgado, más asceta y faquir, no ve otra cosa en el orto de educar que: nutrir. Agrio y seco. Perfecto. (Octavi Fullat)... Educar es básicamente, desarrollar integralmente todas las potencialidades de la persona. Quede claro que la etimología más antigua es la griega, que evoluciona a la alocución latina, y que posteriormente se dispersa en el mundo antiguo con el imperio romano como "educatio". Pero en ambas traducciones la literal "e" como prefijo implica llevar a un plano superior (emerger, evaporar, elucidar, evidencia) y el vocablo "duc" implica una vía, cauce o camino en el cual se produce el tránsito de algo que ya existe o se desarrolla (ducto, conducto), ya sea intencionado por la propia persona o por actores externos. Este concepto está muy relacionado con la propuesta de Ponciano Fermoso (1985) que la refiere a la latina educere (ir hacia fuera, salir, llevar, epéntesis de la palabra "educción") o de e-ducare (guiar o conducir hacia fuera) como queriendo indicar que desde dentro, desde el interior del hombre, de su potencialidad radical va manifestándose a la luz… que la educación es una conducción. No obstante, la conducción (gr. Ágo, ago, conducir; agogía: ía, el hecho de) como un proceso lleva a otro concepto íntimamente relacionado, la pedagogía (gr. paid, paidós: niño), que en su primera acepción griega implicó que la función de educar consistía en la conducción hacia fuera de las potencialidades innatas del niño. El propio Sócrates mencionaba que la pedagogía era la práctica de la tocología psíquica, que todos ya sabíamos todas las cosas, por lo cual el trabajo del maestro era hacer las preguntas adecuadas al niño para hacer parir el conocimiento preexistente en él, y por tanto encauzarlo al desarrollo pleno de todas sus potencialidades. En Menón, Platón (hablando por medio de Sócrates) sugiere que el conocimiento de las ideas es realmente un reconocimiento, en vista de que ya las conocíamos en alguna encarnación anterior, o sea que se propone la existencia de ideas o conocimientos a priori. Es la famosa conversación entre Sócrates y el esclavo, en que el filósofo (después de muchos trabajos) logra finalmente sacarle a su interlocutor un teorema matemático que nunca antes había aprendido o escuchado, originando la palabra educación en su acepción de ex ducere. Entonces el hombre se ve como un gran reservorio de potencias que es necesario guiar hacia fuera, hacer brotar y perfeccionar por medio de la educación, es un acto de expansión del ser humano, el encauzamiento o conducción de disposiciones ya existentes en su naturaleza biológica, psicológica y social. Así tenemos a Platón que señala que “Educar es dar al cuerpo y al alma toda la belleza y perfección de que éstos son susceptibles", en tanto que Kant, dice que "la educación es el desenvolvimiento e ilustración de toda la perfección que el hombre lleva en su naturaleza" Para desarrollar el concepto de una buena voluntad, digna de ser estimada por sí misma y sin ningún propósito exterior a ella, tal como se encuentra ya en el sano entendimiento natural, que no necesita ser enseñado sino más bien ilustrado. Kant, Fundamentos de la Metafísica de las costumbres. Tirado Benedí (1969) afirma que la palabra educación en su doble etimología causa el dualismo en su semántica: educere, de ex, fuera, ducere, llevar, y por lo tanto sacar, extraer, desarrollar, desenvolver; y educare, alimentar con la experiencia y el trabajo: como alimentar el ganado, educare pecum, según Silvio Andrónico; alimentar el niño, educare puerum, según el comediógrafo latino Plauto; por último, alimentar el espíritu, educare animum, de acuerdo con el príncipe de la elocuencia latina Marco Tulio Cicerón. Los que toman la primera etimología como Pestalozzi, estiman que la educación es desarrollo, el despliegue de todas las energías del ser humano. "La educación debe dirigirse al desarrollo total de la personalidad, debe cultivar en el niño la cabeza, la mano y el corazón" Pestalozzi. Los que toman la segunda como Herbart, estiman que la educación es transmisión de la cultura. "Solamente en el trabajo se aprende el arte y se alcanzan el ritmo, las habilidades, los hábitos, la destreza y la maestría; pero también en el trabajo aprende ese arte sólo aquél que estudió previamente las ideas de la ciencia, las asimiló, se definió gracias a ellas, y se preparó para las futuras impresiones esperadas por parte de la experiencia" Herbart. Adicionalmente, J. J. Maya (2002) asume un tercer tipo de sentido para el concepto que nos ocupa, el concepto vulgar de educación que contiene una apreciación superficial. Se concibe como una cualidad adquirida en virtud de la cual un hombre está adaptado en sus modales a determinados usos sociales. En términos vulgares educación equivale a decir cortesía, urbanidad. Decimos que una Persona no tiene educación cuando sus modales son toscos, cuando desconoce las reglas de la cortesía y de la urbanidad. Educar el carácter, la razón y los instintos. Al parecer los educadores y sus conceptos dejan fuera una de las funciones originales de la educación, función que se asoma subrepticiamente en el autor anterior, y que consiste, desde la formación de los primitivos grupos humanos, en el control de los impulsos biológicos para permitir la convivencia social de la persona educada. Los diversos autores centran sus definiciones en la base natural o artificial del proceso, en tanto que otros en sus fines, en su estructura, en su importancia, o en sus consecuencias. En cualquiera de sus acepciones, educar es la acción de desarrollar armónicamente todas las potencialidades que posee el ser humano, al tiempo que se logra su mejor adaptación al ambiente social y natural. El concepto de alumno se ubica en la concepción de educare (Alumno, lat. a: sin, lumen: luz) y entonces requerirá ser alumbrado o iluminado en la oscuridad de su ignorancia por el maestro o preceptor. En las etimologías latinas encontramos el origen de los conceptos educativos más comunes de la actualidad. Así, disco, didici –ere significa aprender, y su participio discens –tis (en discente) significa discípulo. De ahí se deriva también didáctica (dididi, diditum –ere: distribuir, divulgar, esparcir) que se refiere hoy al arte de enseñar, y de doceo, -cui, -ctum, -ere: enseñar (marcar con una seña) e instruir (meter, introyectar). También se llama docto (doctor –oris) al sabio, instruido, hábil y versado. De lo anterior se infiere erróneamente que el alumno es una tábula rasa, un espacio interior vacío que es necesario llenar o grabar con algo transmitido desde afuera, y si el docente (el artesano del llenado) no logra sus objetivos, habla de errores de aprendizaje atribuibles sin discusión al estudiante. 1.1 Síntesis El concepto tiene varios sentidos cargados de adherencias recogidas a lo largo de su historia y tránsito por múltiples civilizaciones y culturas, entre ellas (Muñoz López, 2009): 1. La Educación como transmisión de conocimientos y habilidades para la sobrevivencia, 2. La Educación como desarrollo de las potencialidades internas, Sócrates, Platón, Rousseau, Pestalozzi, Kant, Ponciano Fermoso, Rogers, 3. La Educación como proceso de transmisión, alimentación o instrucción, Silvio Andrónico, Plauto, Comenio, 4. La Educación como la adquisición de comportamientos aceptables para la vida social, J. J. Maya (2002), 5. La Educación como refinamiento de comportamientos de una clase social, J. J. Maya (2002) 6. La Educación como perfeccionamiento de las facultades humanas, Platón, Marco Tulio Cicerón, Kant, 7. La Educación como adquisición de destrezas para el trabajo, Herbart, y, 8. La Educación como adoctrinamiento, en las ideologías políticas y religiosas. Finalmente podemos afirmar que la educación es ante todo, el desarrollo armónico e integral de todas las potencialidades humanas. Con ello habrá que pensar en la formación de la persona y posteriormente, y con base en ello, del Homo faber o profesionista que cumple una función social. [1] Tomado de: Muñoz López, Temístocles. 2009. Los Sistemas Educativos: La Educación y las organizaciones que educan. Serie Didáctica: Persona, Pedagogía y Sociedad. Universidad Autónoma de Coahuila. ISBN: 978-968-9530-12-1. México. 202 pp.
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