La acción limpiadora de los jabones se basa en que estas moléculas son [blank_start]anfipáticas[blank_end]: poseen un extremo polar e [blank_start]hidrofílico[blank_end] y otro apolar e [blank_start]hidrofóbico[blank_end]. Cuando la mezcla de jabón y agua entran en contacto con la grasa o aceite, la [blank_start]parte hidrofóbica[blank_end] disuelve la suciedad, mientras que la [blank_start]parte hidrofílica[blank_end] permite la solubilidad del jabón con el agua, formando [blank_start]micelas[blank_end].
La estructura básica de la membrana celular es una [blank_start]bicapa de fosfolípidos[blank_end], que son anfipáticos: tienen regiones [blank_start]polares[blank_end] e hidrofílicas y [blank_start]apolares[blank_end] hidrofóbicas. Entre estos se intercalan otros lípidos, como [blank_start]esfingolípidos y colesterol[blank_end], y numerosas proteínas con diversas funciones.