El [blank_start]Himno a San Juan el Bautista[blank_end], conocido como Ut queant laxis, tenía la particularidad de que cada frase musical empezaba [blank_start]con una nota superior[blank_end] a la que antecedía por lo que Guido se inspiró en las [blank_start]sílabas iniciales[blank_end] de cada una de las estrofas para dar nombre a las notas