La educación en valores y formación ciudadana busca promover y construir la democracia por medio de la práctica de los valores en el aula, impulsando el respeto, la responsabilidad, la honestidad y la solidaridad, con el objetivo de formar ciudadanos y ciudadanas innovadores, creativos, propositivos y conscientes de la convivencia pacífica e intercultural, así como contribuir al fortalecimiento el liderazgo comunitario en el mundo de la globalización.
La educación en valores y formación ciudadana es el producto de un auténtico diálogo: quien educa en valores y formación ciudadana debe favorecer este proceso de construcción, debe crear las condiciones de apertura, animar a la acción, al diálogo, a la participación, a la creación y a una disposición siempre renovada de aprehender aprendiendo, en la búsqueda de la libre determinación.
En esta línea de acción el Ministerio busca desarrollar un modelo de aprendizaje para las nuevas generaciones que genere la capacidad de organización de la propia vida y de autogobierno, reconociendo la importancia de la autodeterminación, que implica responsabilidad, autenticidad, actitud abierta al diálogo y reconocimiento del otro en igualdad de dignidad.
Precisamente por esto, el respeto a los otros, la tolerancia activa, el interés activo por el otro, deben acompañar a toda acción pedagógica, tomando en cuenta que la autonomía, la responsabilidad, la democracia y la educación se condicionan mutuamente. Así seremos capaces de educar también en y para la solidaridad; ello es vivir socialmente en una paz firme, duradera, en ámbito de interculturalidad y libertad responsable.