VIOLENCIA FÍSICA
De acuerdo a la Comisión de Transición hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género (2011) la violencia física “es todo acto
de fuerza que cause daño, dolor o sufrimiento físico en las personas agredidas, cualquiera sea el medio empleado y sus consecuencias”.
La violencia física se puede manifestar a través de golpes, puñetazos, patadas, pellizcos, bofetadas, torceduras, empujones, fracturas,
intentos de ahogamiento, agresiones con objetos contundentes o arma blanca, castigos físicos reiterados (aunque no sean severos necesariamente), sujeción, provocación de mutilaciones o deformaciones, quemaduras, ingestión forzada de drogas o bebidas alcohólicas.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
Se ejerce “perjuicio en la salud mental por actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones” (COIP, 2013).
Incluye el maltrato verbal (insultos, gritos, apodos, burlas, comentarios peyorativos o discriminatorios, groserías, sarcasmos, etiquetamientos) y el maltrato emocional (manipulación, humillación, amenazas, difusión de rumores, culpar, ofender).
Se pueden presentar estas situaciones tanto entre pares como entre personas adultas (autoridades, docentes, padres o madres de familia) que pueden realizar amenazas o chantajes a un niño, niña o adolescente con el objetivo de suscitar un cambio de conducta. Por ejemplo, establecer demandas o exigencias inapropiadas para su edad, la amenaza de la expulsión del sistema escolar, el chantaje de abandonar o de dejar de amar si no cumplen con las expectativas familiares o la amenaza de hacer perder el año escolar.
VIOLENCIA SEXUAL
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia sexual como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los
comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de
una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos
el hogar y el lugar de trabajo”.
Pueden ser las siguientes manifestaciones:
• Toqueteos, caricias, manoseos o acercamientos consentidos o no por parte de una persona adulta hacia un niño, niña o adolescente. Estos toqueteos pueden ser sobre cualquier parte del cuerpo y no exclusivamente en zonas íntimas, como los pechos, área genital o nalgas.
• Forzar a que un niño, niña o adolescente toque las partes íntimas de la presunta persona agresora u otros compañeros o compañeras.
• Hacer comentarios de índole sexual respecto a su cuerpo o apariencia.
• Uso de palabras eróticas, propuestas verbales sexuales, intenciones eróticas sexualizadas que sobrepasan los límites emocionales apropiados entre adultos con niños, niñas y adolescentes (contar intimidades sexuales de la pareja, convertir al estudiante o la estudiante en confidente emocional).
• La invención de juegos con la finalidad de que la estudiante o el estudiante muestre o toque partes de su cuerpo.
• La solicitud de favores sexuales a cambio de calificaciones o pases de año.
• Producción de material pornográfico utilizando a niños, niñas y adolescentes, o la exposición/facilitación de pornografía a niños,
niñas y adolescentes.
• Espiar al estudiante o la estudiante cuando se encuentra en el baño o mientras se cambia de ropa.
• Solicitar o llevar a cabo encuentros con finalidad sexual fuera de la institución educativa.
• Insinuaciones o comentarios con respecto a su vida o prácticas sexuales privadas.
VIOLENCIA POR OMISIÓN O NEGLIGENCIA
Según el Código de la Niñez y la Adolescencia (2003), la negligencia es “la omisión y/o descuido ejercido por parte de personas adultas
(docentes, autoridades, personal administrativo o de servicio, padre, madre o responsable legal), en el cumplimiento de sus obligaciones
o responsabilidades de atención y cuidado para con niños, niñas o adolescentes”. Este tipo de violencia es entendida como una forma pasiva de violencia.
Física: ausencia de protección y cuidado de las necesidades básicas para el desarrollo integral del NNA como, por ejemplo, la provisión de alimentación, permitir el uso de alcohol o drogas, ausencia de supervisión adecuada, no dar respuesta a las necesidades físicas, no realizar intervenciones inmediatas frente a situaciones de riesgo (como no denunciar una situación detectada de violencia y/o violencia sexual).
Emocional: no brindar la afectividad que requiere el niño, niña o adolescente de acuerdo a su etapa evolutiva, restringir la respuesta a las necesidades emocionales o ausencia del cuidado psicológico como no hacer caso a los pedidos de atención (física y psicológica) que requiera un NNA, permitir que sea violento, no establecer límites.
Médica: restringir las atenciones médicas necesarias para el cuidado y desarrollo del niño, niña o adolescente, el tratamiento médico o psicológico en caso de requerirlo.
Educativa: desatención a las necesidades académicas de un niño, niña o adolescente; no acompañar ni supervisar el cumplimiento de sus obligaciones académicas; inasistencia e impuntualidad de los/as docentes a sus horas de clase dejando desatendidos a los/as estudiantes; no realizar seguimiento adecuado a estudiantes con NEE con o sin discapacidad o en situaciones de riesgo; no restringir contenidos de videos y aplicaciones de Internet con contenidos nocivos o inadecuados para la etapa evolutiva del grupo de estudiantes. En la institución educativa puede producirse abandono, por ejemplo, al prolongar los periodos de recreo sin vigilancia.
VIOLENCIA VIRTUAL
Violencia psicológica que se ejerce a través de medios virtuales y que tiene efectos psicosociales en las personas. Este tipo de violencia se ejerce a través de la televisión, el teléfono o las redes sociales.
La principal forma de violencia virtual contra NNA que se puede detectar en las instituciones educativas es el ciberacoso.