Zusammenfassung der Ressource
Flussdiagrammknoten
- Incapacidad de un hombre para obtener la rigidez suficiente que permita un coito de duración adecuada que logre su satisfacción y la de su pareja.
- Afecta a más de 150 millones de hombres en el mundo
- Más del 50% de los hombres mayores de 40 años.
- La prevalencia es más elevada en diabéticos de tipo 2 y tras una prostatectomía radical por un cáncer de próstata.
- La DE se asocia a los síntomas obstructivos de la vía urinaria baja/hiperplasia benigna de próstata (50 a 80 años).
- Vasculógenas, psicológicas, endocrinas, neurológicas, yatrógenas (tras una prostatectomía radical), secundarias a fármacos, enfermedades sistémicas o por envejecimiento.
- Las enf. vasculares contribuyen con casi 50% en hombres mayores de 50 años
- Es frecuente en ancianos, aunque las concentraciones séricas de testosterona sean normales.
- Consecuencia de una alteración en la capacidad vasodilatadora del pene como resultado de la disfunción endotelial.
- Menor actividad de los nervios no adrenérgicos ni colinérgicos y la menor producción de óxido nítrico en las células endoteliales.
- S e disminuye la relajación del músculo liso cavernoso y reducir el llenado de los sinusoides de los cuerpos cavernosos, y también la menor compresión del plexo venoso contra la túnica condiciona un fracaso en la erección.
- Los hombres que consultan por una DE muestran muchos de los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular (tabaquismo, obesidad, síndrome metabólico, hiperlipidemia y diabetes mellitus de tipo 2).
- Se basa fundamentalmente en la anamnesis general y sexual detallada tanto del paciente como de su pareja.
- anamnesis: puede mostrar una causa de base, como el uso de medicamentos
- u otros trastornos frecuentes asociados a la disfunción eréctil.
- Estas enfermedades pueden ser ateroesclerosis, vasculopatía periférica, infarto de miocardio e hipertensión arterial
- El daño vascular puede deberse a radioterapia pélvica y de la próstata durante el tratamiento del cáncer de próstata.
- Pueden resultar afectados los vasos sanguíneos y los nervios del pene. El daño por radiación a los pilares del pene, que son muy susceptibles a la lesión por radiación, puede desencadenar disfunción eréctil.
- ANTIDEPRESIVOS
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
Antidepresivos tricíclicos
Inhibidores de la monoaminooxidasa
- ANTIHIPERTENSIVOS
β-bloqueantes
Verapamilo
Clonidina
- MEDICAMENTOS CARDÍACOS
Amiodarona
Digoxina
- DIURÉTICOS
Tiacidas
Espironolactona
- ANTIHISTAMÍNICOS H 2
Cimetidina
Ranitidina
- SUSTANCIAS HORMONALES
Corticoesteroides
Antiandrógenos (flutamida, acetato de ciproterona)
Agonistas de la hormona liberadora de la hormona luteinizante (leuprorelina, goserelina)
Inhibidores de la 5α-reductas
- Identificar la causa y tratarla cuando se encuentre.
- Los síntomas se pueden controlar de forma eficaz mediante la administración oral de los inhibidores selectivos de la fosfodiesterasa 5 peniana (sildenafilo, vardenafilo, tadalafilo) que tienen una eficacia similar.
- Las intervenciones sobre la forma de vida reducen la obesidad y mejoran la función eréctil.
- En los pacientes sometidos a prostatectomía radical, la rehabilitación temprana del pene con inhibidores de la PDE-5 contribuye a la recuperación de la disfunción eréctil.
- En pacientes con deficiencia de andrógenos (una concentración sérica de testosterona de menos de 275 ng/dl y síntomas que indican una deficiencia de testosterona), la función sexual responde moderadamente al gel de testosterona, que también puede ofrecer algún beneficio a la hora de mejorar el estado de ánimo y los síntomas depresivos, pero no la vitalidad o la distancia caminada.
- La deficiencia combinada de andrógenos con una reducción de la libido y de la respuesta del pene por alteraciones de la actividad óxido nítrico sintasa es frecuente en los ancianos
- La introducción de fármacos vasodilatadores eficaces a nivel peniano orientados a garantizar la capacidad eréctil permite tratar de forma eficaz la reducción de la libido con suplementos de andrógenos.
- La administración por vía oral de inhibidores selectivos de la GMPc fosfodiesterasa 5 (la principal fosfodiesterasa del tejido cavernoso del pene) es eficaz en al menos el 60% de los hombres.
- La inhibición de la fosfodiesterasa 5 se acompaña de la persistencia del GMPc estimulado en condiciones normales (sexualmente) en el cuerpo cavernoso, lo que aumenta la tumescencia y la rigidez de este
- La dosis inicial de sildenafilo suele ser de 50 mg, aumentando en incrementos de 25 mg hasta un máximo de 100 mg. Debido a su mecanismo de acción, se utiliza a demanda; debe administrarse 20-60 min antes de las relaciones sexuales.
- El vardenafilo (5, 10 y 20 mg) tiene una duración de acción relativamente más prolongada (4-6 h) y el tadalafilo (10 o 20 mg) todavía dura un poco más (hasta 36 h).
- La administración de dosis a partir de 2,5 mg de tadalafilo diarios puede ser una alternativa a la administración a demanda si se prevé una mayor frecuencia de coitos, por ejemplo, más de dos veces a la semana.
- Los hombres hipogonadales con disfunción eréctil y disminución de la libido pueden beneficiarse de un tratamiento combinado con testosterona e inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (PDE-5). Sin embargo, la incorporación de testosterona, además de sildenafilo, no mejora más la disfunción eréctil.
- Los inhibidores de PDE-5 no se deberían administrar con nitratos, dado que la acumulación de GMPc puede traducirse en una disminución de la presión arterial e hipotensión.
- Los inhibidores de la PDE-5 pueden interaccionar también con los fármacos antihipertensivos, incluidos los α-bloqueantes, con la consiguiente hipotensión ortostática.
- El tratamiento de segunda línea de la disfunción eréctil obliga a realizar inyecciones intracavernosas de vasodilatadores, como prostaglandina E 1 sola o asociada a otros vasodilatadores (papaverina, fentolamina).
- Estos fármacos se inyectan en el espacio cavernoso con una aguja de 27-30 G y pueden ser útiles en los pacientes que no responden a los fármacos orales
- La implantación quirúrgica de prótesis de pene, que pueden ser dispositivos hinchables o maleables, es la tercera línea de tratamiento de los hombres que desean una solución permanente del problema o que no responden a otros tratamientos