Zusammenfassung der Ressource
Contrapropaganda- Reglas secundarias
- Demostrar
que la
propaganda
del adversario
está en
contradicción
con los hechos
- Si es posible hacer
que una foto o un
testigo, aunque sólo
sea en un único
punto, contradiga la
argumentación del
adversario, éste se
verá desacreditado en
su totalidad.
- Se recurrirá entonces,
tanto como sea posible,
a investigadores o a
testigos cuyo pasado o
vinculaciones sean
garantía de
neutralidad.
- Reconocer los
temas del
adversario.
- Aislados y clasificados por
orden de importancia, los
temas del adversario pueden
ser fácilmente combatidos;
quedan reducidos a su
contenido lógico que es, por lo
general, pobre y, a veces, hasta
contradictorio. Podrá entonces
atacárselos uno por uno y
quizás oponerlos entre si.
- Atacar los
puntos
débiles
- Contra una coalición
de adversarios, el
esfuerzo deberá
cargarse y en él se
concentrará primero
la propaganda.
- Cuando la
propaganda
adversaria es
poderosa, no
atacarla nunca de
frente
- La discusión
racional de los
temas del
adversario se
interpreta
generalmente
como un signo de
debilidad.
- Atacar y
desdeñar al
adversario.
- El argumento
personal, como ya
hemos visto, va
más lejos, en esta
materia, que el
argumento
racional.
- La "diversión personal" es
un arma clásica en la
tribuna del parlamento y en
las reuniones públicas o en
las columnas de los diarios;
la vida privada, los cambios
de actitud política y las
relaciones dudosas son sus
municiones ordinarias.
- Ridiculizar
al
adversario
- Caricaturizando su estilo
y sus argumentaciones o
haciéndolo objeto de
bromas y de breves
historias cómicas
- La burla es una reacción
espontánea cuando la
propaganda se hace
totalitaria y suprime las
propagandas adversarias. A
veces entre los mismos
adeptos de éstos, la
convierten en un agente
corrosivo cuyos efectos no
son desdeñables.
- Hacer que
predomine
el propio
"clima de
fuerza”
- No dejar que el adversario
"tome la punta" y cree una
impresión de
unanimidad en su
provecho; él también
intenta imponer su
lenguaje y sus símbolos,
dotados en sí mismos de
potencia.