Zusammenfassung der Ressource
Presencia de la Filosofía de la
Educación como reflexión de la
razón de la educación en la sociedad
- La Filosofía, como “saber”
o perspectiva filosófica
- La filosofía, como la conocemos tuvo su
origen en Grecia, y se desarrolló a
través del intercambio cultural con
otras colonias del Mediterráneo y el
Oriente. Surge de tres factores:
asombro, dudas y situaciones límite.
- Es una ciencia en el modo más
completo pues busca las causas de la
realidad. Es una actitud, una forma de
vida; así que todos podemos ser
filósofos si buscamos saber la verdad
de las cosas.
- La Filosofía de la educación,
como “aproximación filosófica
al conocimiento de la
educación”
- La filosofía es un tipo de saber práctico
por lo que pretende mejorar la realidad
educativa. Como disciplina académica
tiene su propio desarrollo del
pensamiento. Según Rielo “la educación
necesita dar respuesta a las crisis del
mundo desde la óptica de la verdad”, o
sea, que nos haga más humanos.
- Como objeto busca fabricar un cuerpo
de doctrina sistemático a fin de abordar
problemas específicos. Su metodología
consiste en el análisis filosófico de la
realidad educativa. Y como fin, permitir
a los profesionales de la educación
entender mejor el sentido de su
actividad y mejorarlo.
- Presupuestos
antropológicos de la
educación
- A diferencia de los otros seres vivos, los
seres humanos poseen plasticidad
biológica y facultades superiores, como
la inteligencia, voluntad y libre albedrío.
Somo conscientes y plenos lo que
resulta en la búsqueda de conocimiento
y saber.
- Educabilidad, es decir, que el ser
humano tiene la capacidad única de ser
educado y más importante aún la
necesidad de serlo. A fin de ser
educado, el ser humano requiere poder
asimilar las influencias educativas del
entorno y de otros seres humanos.
- Aprendiendo a ser
humanos. Una antropología
de la educación
- La formación del ser humano debe iniciar
con el respeto, la tolerancia, estar dispuesto
a conversar para resolver conflictos y la
comprensión. Para alcanzar este fin debe
existir la “autonomía racional”, es decir,
ampliar los horizontes personales logrando
así, superar prejuicios y estrechez de mente.
- Lastimosamente, la sociedad fomenta una
educación competitiva, como por ejemplo, al
asignar valores numéricos al rendimiento se
generan escalas o al asignar posiciones en un
cuadro, lo que crea conflictos entre los
estudiantes. Mas bien, debería educarse para
la paz, la cooperación y la solidaridad.
- ¿Quién es el educando hoy?
- Los maestros deben despegarse de la escuela
tradicional, donde los docentes tienen el control y los
estudiantes son actores pasivos del proceso,
recibiendo los conocimientos sin mayor esfuerzo.
Debemos crear nuevas fórmulas pedagógicas para que
los educandos aprendan cosas sobre las que no hay
respuestas claras.
- Los docentes deben ser también motivadores, esto
quiere decir, dar sentido al aprendizaje. Ser modelos
para el estudiante, de hombres y mujeres de éxito. Así
este se convierte en protagonista de la clase porque ya
se siente motivado a ser una persona exitosa.
- Educación y cultura democrática
- Como parte de la capacidad del ser humano de
ser libre, la educabilidad le ayudará también
en los ámbitos moral y cívico. Creando una
conciencia viva de pertenencia a una
comunidad y procurando utilizar sus
habilidades y actitudes en una participación
activa en la misma.
- Es vital importancia poner los cimientos de una
educación integral en derechos humanos, a fin
de que sepan cuáles son los mecanismos para
protegerlos y las aptitudes requeridas para
promoverlos, defenderlos y aplicarlos.
- La humanización de la sociedad
postmoderna
- La sociedad actual cuenta con más recursos
tecnológicos que nos hacen conscientes de la
realidad global en la que vivimos, por lo que nuestra
responsabilidad debería ser mayor hacia la
naturaleza. Ya que contamos con formas de
comunicación casi instantáneas, deberíamos
fortalecer las relaciones interpersonales.
- Debido a la visión cerrada de la realidad que tiene
la sociedad actual, se percibe como lo material y
económico ha relegado a los bienes y valores
culturales y humanos. Esto impide que el ser
humano continúe en su búsqueda permanente de
su propia trascendencia.