Zusammenfassung der Ressource
Bases para
una familia
sana
Anmerkungen:
- Como creyentes vivimos hoy atrapados entre dos polos extremos en relación con la familia.
Por un lado, el modelo del mundo occidental, para muchos un símbolo de progreso y de
modernidad. Los que propugnan este modelo «nuevo» desacreditan, o incluso ridiculizan, a la
familia tradicional, la constituida por un padre, una madre y los hijos, incluyendo a veces también
a los abuelos. La presentan como una realidad ya pasada de moda y la llaman «patriarcal»
porque así suena aún más obsoleta (el uso y manipulación de las palabras es muy importante en
el campo de la ética). Su postura es que en pleno siglo XXI «la familia patriarcal» ha sido
superada por conceptos mucho más «progresistas». Son modelos en los que se glorifica la
independencia de cada uno para hacer «lo que bien le pareciere» en cada momento, guiados por
una ética self made hecha a gusto del consumidor.
- Familias a la carta
Anmerkungen:
- Muy ilustrativas son al respecto las declaraciones de una ex ministra
del gobierno español y escritora, Carmen Alborch: «Al vivir sola, tus relaciones son totalmente
libres y de ese modo ganan en calidad y en profundidad. Puedes vivir sola y tener una relación
estable con un señor o señora, una amistad profunda con alguien; puede que tu compañero viva
en la misma ciudad o no, que os veáis mucho o poco, siempre o nunca, con hijos o sin hijos, todo
es posible, somos libres» (sic). Hacía estas afirmaciones después de ridiculizar la fidelidad
matrimonial y descalificar la idea del amor para siempre como un mito. Por cierto, estas
declaraciones constituyen todo un manifiesto de religión secular - un verdadero credo laico. ¡Y
luego acusan a los cristianos de proselitistas!
- Así, cada uno se organiza la familia a su manera como mejor le convenga: no importa que
haya sólo una madre, o dos padres o dos madres. Lo único que importa es la libertad para
«montármelo a mi manera porque tengo derecho a ser feliz» (declaraciones textuales). Lo más
importante es ser feliz, entendiendo por felicidad la ausencia de problemas o una pérdida de tu
independencia.
- Familias de Disneylandia
Anmerkungen:
- Es el golpe de péndulo que surge más por
reacción que por reflexión. Nos presentan un modelo de familia perfecto, impecable. Una familia
sana –creen- nunca tiene problemas, es aquella cuyos miembros nunca discuten o alzan la voz,
donde siempre hay sonrisas y buen humor, en una palabra, el cielo en la tierra! Este modelo más
parece sacado de Disneylandia que de la enseñanza bíblica. Pero, además, es fuente de
frustración para los que intentan alcanzar tal nivel «super-espiritual» (o quizás deberíamos decir
«pseudo-espiritual»). Cuidado con los libros o las conferencias que enfatizan este enfoque
triunfalista porque no refleja el realismo de la Biblia al abordar la vida de familia.
- Hacia un modelo realista de familia
Anmerkungen:
- El modelo bíblico de familia es un modelo realista: no hay familias perfectas. Desde el
principio de la historia, en concreto desde la Caída y la entrada del pecado en el mundo, la familia
ha estado sujeta a fuertes tensiones y problemas.
- Características de una familia sana
Anmerkungen:
- Decíamos antes que no hay ninguna familia en la Biblia libre de problemas o luchas. He
escogido como modelo la familia de Noemí y Rut porque en ella aparecen los elementos clave
para una familia sana. Antes de considerarlos, sin embargo, observemos que en la historia de la
familia de Rut hay tres ingredientes que aparecen de forma consecutiva:
• El sufrimiento: las circunstancias que no podemos cambiar, aquello que nos acontece.
• El amor: la reacción de la familia a estas circunstancias. Es la parte que nos corresponde
a nosotros: lo que hacemos ante lo que nos sucede.
• La restauración: la respuesta y provisión de Dios. Él, en su providencia misteriosa, actúa
a lo largo de toda la historia familiar.
Estos tres elementos se repiten en millones de familias. De ahí que la historia de Noemí y Rut
sea un clásico cuyo estudio contiene una enseñanza riquísima para las familias hoy.
A la luz del libro de Rut, una familia sana tiene tres características. En el presente artículo
consideraremos sólo la primera y dejaremos los otros dos aspectos para unos meses próximos.
1.- Sabe sobreponerse a los problemas: capacidad de lucha.
2.- Sabe expresar el amor en sus diversas facetas: capacidad de transmitir amor.
3.- Sabe confiar en Dios como el arquitecto de su vida familiar
- Sabe sobreponerse a los problemas: capacidad de lucha
Anmerkungen:
- En una familia sana sus miembros se esfuerzan por superar los problemas y sobreponerse a
las adversidades. Unas veces son conflictos internos producidos por las tensiones propias de la
convivencia. Nunca enfatizaremos lo suficiente que la salud de un matrimonio no se mide por lo
mucho o lo poco que discuten los cónyuges, sino por el tiempo que tardan en reconciliarse.
. Tanto si los problemas son internos como si nos vienen de fuera a modo de
tragedia, la respuesta sana consiste en afrontar tales circunstancias con serenidad y buscar
salidas con decisión.
El libro de Rut ilustra muy bien este principio. En una primera etapa, Rt. 1, encontramos a una
familia destrozada por el dolor. Al trauma de la emigración a una tierra extranjera por causa del
hambre, se le añade la muerte inesperada de los tres varones, el esposo y los dos hijos. Así,
Noemí queda sola, viuda, con sus dos nueras en una tierra extraña. Recordemos que una viuda
en aquella sociedad quedaba en una situación de grave marginación, indefensa y desamparada
desde el punto de vista social.
- saber
sufrir
Anmerkungen:
- El amor
maduro tiene como primera característica que sabe sufrir, es capaz de luchar y afrontar los
problemas que, de forma inevitable, afectarán la vida familiar. Necesitamos, no obstante,
puntualizar que el «ser sufrido» no es una invitación al masoquismo. La idea no es que el
cónyuge tiene que aguantar sin rechistar y de manera indefinida todo lo que le venga; por
ejemplo, los malos tratos y la violencia repetida. Ésta sería una interpretación torcida, más propia
del estoicismo que de la fe cristiana.
- paciencia.
Anmerkungen:
- En el sentido bíblico ser
paciente está muy lejos del fatalismo y la pasividad ante el sufrimiento. La paciencia es ante todo
«grandeza de ánimo» (makrotimia). Éste es el sentido que tiene en He. 12:1 cuando se nos
exhorta a correr con paciencia la carrera de la fe. El ejemplo supremo de paciencia nos lo dio el
Señor Jesús «varón de dolores y experimentado en quebrantos».
- Sabe expresar amor: Capacidad de amar
Anmerkungen:
- El segundo indicador de salud en la familia de Noemí fue su capacidad para demostrar
amor. En la familia sana los miembros han aprendido a darse este amor los unos a los otros.
Enfatizamos la palabra «expresar» o «demostrar» porque ahí radica la clave: no basta con amar
a alguien; hay que hacerle llegar este amor, transmitirlo. En realidad, en la inmensa mayoría de
familias existe amor.
- Con las
actitudes
Anmerkungen:
- En primer lugar, el amor práctico se manifiesta a través de actitudes. Es la expresión no
verbal del amor. Está muy relacionada con nuestra forma de ser. No consiste tanto en lo que
hacemos –las obras del amor-, sino en cómo somos. Nuestro carácter destila actitudes que
pueden ser de amor, de hostilidad o de indiferencia. Las actitudes son el espejo profundo de
nuestro carácter y revelan, sin disimulo, el contenido de nuestro corazón. Decía el apóstol Pablo
que «somos cartas vivas» en las cuales los demás están siempre leyendo. Es por nuestra forma
de ser que podemos «honrar a padre y madre», al cónyuge o a los hijos
- fidelidad
Anmerkungen:
- El compromiso, plasmado en aquella memorable afirmación de Rut que ha
pasado a la Historia como una de las mayores declaraciones de amor familiar: «No me ruegues
que te deje y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que
vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios» (Rt. 1:16).
- confianza
Anmerkungen:
- . Es consecuencia de la anterior: cuando hay fidelidad, las relaciones familiares
se caracterizan por una confianza recíproca profunda. No hay nada que temer, no hay motivos para la inseguridad. Había una confianza admirable entre Noemí y Rut, entre Rut y Booz y entre
Noemí y Booz. Todos ellos podían confiar entre sí porque habían aprendido a confiar en Dios: el
manantial que alimenta la confianza entre los hombres es, sin duda, la confianza en un Dios que
dirige nuestras vidas. Cuán iluminadoras son al respecto las palabras de Booz a Rut: «He sabido
todo lo que has hecho con tu suegra... Jehová recompense tu obra, el Dios de Israel bajo cuyas
alas has venido a refugiarte» (Rt. 2:11-12).
- abnegación
Anmerkungen:
- Negarse a uno mismo implica pensar en el otro, preocuparse por él, por sus
necesidades, por su bienestar. El Señor Jesús nos enseñó muy bien esta idea con la conocida
«regla de oro»: «Y todo lo que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos» (Mt. 7:12). En realidad la abnegación es algo tan sencillo como «amar a tu
prójimo como a ti mismo». El primer lugar, el más natural, para poner en práctica este
mandamiento es la familia. ¿Dónde queda mi autoridad moral para darme a los demás si tengo
descuidada a mi propia familia? La entrega generosa a mis seres queridos tiene un gran
obstáculo: el egoísmo. Éste es el peor enemigo de la abnegación. El matrimonio no es apto para
egoístas porque el egoísmo apaga poco a poco la llama del amor.
- Con las
palabras
Anmerkungen:
- Es la expresión verbal del amor. No
basta con tener actitudes buenas como las descritas. Las palabras son el complemento necesario
que viene a aderezar la buena comida que es el amor. «La palabra dicha a su tiempo, ¡cuán
buena es!» nos recuerda el autor del libro de Proverbios (Pr. 15:23). O también, «manzana de oro
con figuras de plata es la palabra dicha como conviene» (Pr. 25:11).
- Hablar, escuchar, dialogar constituye una de las formas más prácticas de amarnos unos a
otros. Por desgracia, el fenómeno inverso también es cierto: la falta de comunicación expresa
egoísmo y genera aislamiento y separación dentro de la familia. No es casualidad que una de las
causas más frecuentes de ruptura matrimonial sea la falta de diálogo. También ocurre entre
padres e hijos. Una familia donde no se habla, donde nadie escucha, donde no hay pequeños
espacios de tiempo para el compartir mutuo, es como una planta que poco a poco se va secando.
¡Cuántas familias hoy son como plantas que languidecen por falta de agua, el agua vital de la
comunicación! Frases tales como «siempre estás en tu mundo», «cuando te hablo, pareces
ausente», «con mis padres no puedo hablar porque no tienen tiempo para escucharme» son
quejas frecuentes hoy.
- capacidad de escuchar
Anmerkungen:
- El oír es un acto mecánico e involuntario; escuchar, por el contrario, es un acto
reflexivo que implica la voluntad, el deseo de hacerlo. Yo no puedo evitar oír, pero sí puedo evitar
escuchar. Por ello, en la medida en que escucho a mi prójimo –esposo, hijo, etc.- le estoy
expresando interés, dedicación, en una palabra, amor. Esta capacidad de reflexión y de escucha
–de escucha reflexiva- única en el ser humano es fruto de la imagen de Dios en nosotros y una
de las formas más sublimes de amar.
- dos recomendaciones prácticas
- apagar la televisión a la hora de comer
- buscar tiempo para estar con y por la familia
- Las decisiones como expresión de
amor
Anmerkungen:
- Observemos de nuevo la familia de Rut que ha sido nuestro punto de referencia en este
estudio: «Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella» (Rt. 1:14). Algunas versiones
traducen por «se colgó de Noemí» o «se aferró a Noemí», bellas expresiones que ilustran con
gran fuerza poética la intensidad del momento. Era la hora de la verdad. De muy poco habrían
servido las memorables palabras del Rt. 1:16 -anteriormente comentadas- si Rut hubiese tomado
el mismo camino que Orfa. Ésta se limitó a expresar sentimientos: «lloró», pero ahí terminó su
demostración de amor. Rut, en cambio, tomó la decisión de permanecer al lado de su suegra
hasta la muerte. Era el sello que rubricaba sus palabras de amor.
- El arquitecto de la familia es Dios
Anmerkungen:
- Él tiene los «planos» del edificio porque
fue él quien diseñó la familia. Nosotros somos simplemente los albañiles. Por ello necesitamos
recurrir constantemente a él para construir con sabiduría. A ningún albañil se le ocurre edificar a
su antojo y prescindir de la experta dirección del arquitecto. Tampoco nosotros podemos cometer
semejante insensatez en el delicado proceso de edificar nuestro matrimonio y nuestra familia.
- Dios nos renueva las fuerzas
Anmerkungen:
- La vida familiar implica una brega diaria intensa, incluso una
lucha contra muy diversos problemas: materiales, emocionales, espirituales. Tal brega desgasta y
puede llevar al desánimo, al agotamiento o, a veces al deseo de «abandonar». Es en estos
momentos cuando la mirada al cielo refresca y renueva las fuerzas. Los ojos de la fe nos acercan
a Cristo, fuente de descanso de nuestros «trabajos y cargas», incluidas las cuitas familiares (Mt.
11:28).
- Dios transforma desiertos en oasis
Anmerkungen:
- Dios no se limita a darnos descanso y fuerzas
renovadas. En su sabiduría Él restaura, transforma, cambia los problemas y las circunstancias a
fin de cumplir sus propósitos para nuestro bien. Ello es así porque Él dirige nuestros pasos tanto
en la vida personal como en la familiar: «Por Jehová son ordenados los pasos del hombre y Él
aprueba su camino... Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni su
descendencia (familia) que mendigue pan» (Sal. 37:23, Sal. 37:25). Sí, Dios cambia la
desesperanza en esperanza porque siempre provee una salida, abre camino donde parece que
no lo hay: «He aquí que yo hago cosa nueva, pronto saldrá a luz... Otra vez abriré camino en el
desierto y ríos en la soledad» (Is. 43:19). Esta capacidad de Dios para convertir las tragedias en
historias con sentido es la lección más formidable del libro de Rut; ésta fue la experiencia de
aquellas dos mujeres que, en medio de muchas adversidades y sufrimiento fueron a «refugiarse
bajo las alas de Yahwéh». En esta confianza radica la clave última para una familia sana.
- La crisis de la familia como fuente de violencia
Anmerkungen:
- La puesta en práctica del amor familiar a través de los medios hasta aquí expuestos no es
una opción, es un deber. Y no lo es sólo para los creyentes. Lo que hay en juego es el futuro de
nuestra sociedad. Son muchos los problemas sociales hoy en cuyo origen aparece la ruptura de
la familia. La violencia es, quizás, el mejor ejemplo. En todas sus tristes variantes -violencia
doméstica, delincuencia juvenil o incluso las guerras- encontramos un embrión de crisis familiar
en su génesis.
- la violencia juvenil urbana
Anmerkungen:
- La agresividad de muchos jóvenes hoy preocupa a
políticos, sociólogos y jueces porque engendra una violencia injustificada. Como alguien ha
comentado, el vandalismo actual de los jóvenes en las ciudades nos muestra la «violencia en
estado puro», es simplemente el destruir por destruir. Se busca cualquier excusa -incluso en
forma de supuesta fiesta- para dejar salir unos niveles de agresividad realmente alarmantes. ¿De
dónde procede tanta frustración, tanta necesidad de romperlo todo? No podemos simplificar el
tema, pero en no pocos casos encontramos a jóvenes a quienes no ha faltado nada desde el
punto de vista material, lo han tenido todo. Pero han carecido de lo más importante: un hogar.
Han vivido en casas ricas en cosas, pero muy pobres en calor de hogar.