Zusammenfassung der Ressource
Espina Bífida
- A partir de la 12ª semana la columna vertebral crece
en longitud más que la médula, lo que ocasiona un
desplazamiento en dirección craneal del cono
medular, conocido como “ascenso de la médula”. En el
6º mes el cono medular se sitúa a nivel de S1, en el
nacimiento en L3 y en el adulto entre L1-L2.
- Las alteraciones de la inducción dorsal se deben al
fracaso de la fusión del canal neural, persistiendo, en
consecuencia, la continuidad entre el neurectodermo
posterior y el ectodermo cutáneo, que en su forma
completa se denomina disrafismo.
- El término "disrafismo espinal" comprende un
grupo heterogéneo de malformaciones
congénitas de la médula espinal que se
caracteriza por la fusión imperfecta de las
estructuras neurales, óseas y mesenquimatosas
de la línea media
- La malformación
más sutil, limitada
al defecto vertebral,
se denomina espina
bífida oculta.
- La espina bífida quística, en la que
las estructuras neurales (meninges,
raíces y médula) están abiertas al
exterior, sin revestimiento cutáneo
que las recubra, incluye la
mielosquisis, el mielomeningocele y
el meningocele.
- ESPINA BÍFIDA ABIERTA Y QUÍSTICA Constituye el
tipo más frecuente y complejo de disrafismo
espinal, siendo la mielosquisis la forma más grave
de esta malformación, ya que se produce antes
de los 28 días de gestación. La médula se observa
abierta y aplanada en la región toracolumbar.
- El mielomeningocele es un defecto más tardío, siendo de localización
dorsolumbar o lumbar en más del 50% de los casos, lumbosacro en el
25% y cervical o dorsal en sólo el 10%. A la inspección, se observa una
tumoración quística cubierta por una delgada membrana meníngea
que se desgarra con facilidad, lo que conlleva un elevado riesgo de
infección. La médula espinal está involucrada en ambas
malformaciones, así como las raíces, las meninges, los cuerpos
vertebrales y la piel.
- En los meningoceles la herniación a través
del defecto óseo está limitada a las
meninges, siendo la médula espinal normal.
La incidencia suele ser de 1 a 2 casos por
1000 nacidos vivos,
- Las manifestaciones clínicas dependen del
nivel del mielocele y consisten en diversos
grados de paraplejía fláccida y arrefléxica,
alteraciones de la sensibilidad y trastornos
de los esfíntes. Asimismo, úlceras tróficas
de los miembros inferiores con periostitis u
osteomielitis subyacentes, deformidades
ortopé-dicas e incluso fracturas óseas. El
nivel sensitivo es más constante que el
motor y permite una delimitación más
exacta del límite superior de la lesión