"Fueras de serie", obra en que Malcolm Gladwell postula
la regla de las 10.000 horas para el exito.
Según estadísticas recogidas por el autor, es el tiempo que cualquier
persona necesita aplicar a una misma actividad para alcanzar la
maestría.
Contrariamente a lo que se cree, el cerebro de
un genio no es diferente del de alguien
común y corriente.
Todos tenemos más talento para unas disciplinas que para otras, pero lo que
distingue a la persona brillante del resto son esas 10.000 horas que ha dedicado a
una misma cosa
Según los neurólogos, esta regla también se aplica
al rendimiento del cerebro.
Y a que cuando lo mantenemos ocupado a través de la lectura, la creación
artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática que es la que
nos permite hacer cosas sin pensar en ellas.
La agilidad mental no está reñida con la edad.
Como ejemplos: Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, hasta su último día de vida.
Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82 años. Y un escritor más cercano a nosotros, José Saramago, sigue
manteniendo a los 87 años una más que envidiable actividad literaria. Su secreto tiene dos ingredientes básicos:
trabajo e ilusión.