Zusammenfassung der Ressource
Décimo
mandamiento
- No codiciarás nada que sea de tu prójimo
- Prohíbe la codicia del bien ajeno, raíz del robo, de la rapiña y del fraude
- El desorden de la concupiscencia
- El apetito sensible nos impulsa a desear
las cosas agradables que no poseemos
- Prohíbe la avaricia y el deseo de
una apropiación inmoderada de
los bienes terrenos
- No se quebranta este mandamiento
deseando obtener cosas que
pertenecen al prójimo siempre que
sea por medios justos
- Exige que se destierre del
corazón humano la envidia
- La envidia es un pecado
capital
- La envidia representa una de
las formas de la tristeza, y un
rechazo de la caridad
- Los deseos del Espíritu
- La economía de la Ley y de la Gracia aparta
el corazón de los hombres de la codicia y de
la envidia
- La Ley confiada a Israel nunca
fue suficiente para justificar a
los que le estaban sometidos
- Pero ahora, independientemente de
la ley, la justicia de Dios se ha
manifestado
- Los fieles de Cristo han
crucificado la carne con sus
pasiones y sus apetencias
- La pobreza de corazón
- Jesús exhorta a sus
discípulos a preferirle a Él
respecto a todo y a todos
- Les propone renunciar a todos sus
bienes por Él y por el Evangelio
- Todos los cristianos han de
intentar orientar rectamente
sus deseos para que el uso de
las cosas de este mundo y el
apego a las riquezas no les
impidan buscar el amor
perfecto
- El Señor se lamenta de los
ricos porque encuentran su
consuelo en la abundancia de
bienes
- Quiero ver a Dios
- El deseo de la felicidad
verdades aparta al hombre
del apego desordenado a los
bienes de este mundo
- Le corresponde al pueblo santo
luchar para obtener los bienes
que Dios promete
- La sed de Dios es
saciada por el agua de
la vida