ESCLAVO

HISTORIA DE UN ESCLAVO

Desperté una mañana más como otra cualquiera de mi vida, con el mismo agotamiento crónico debido a las largas horas de trabajo al aire libre. Quise apoyar el pie sobre el suelo pero las rodillas me dolían tanto que sabia que no aguantaría más de una hora  pie. Como siempre, un hombre nos recogió para llevarnos a trabajar, cuando nos colocamos en una fila india nos dimos cuenta de que no tomaba el camino de siempre, iba dirección al puerto. Una sensación de pánico me inundo ya que habíamos oído que se estaba comerciando con prisioneros como nosotros, pero todos pensamos que sería un rumor sin mayor importancia. Dos hombres detrás mío pude ver a mi hermano 3 años menos que yo y con unos ojos que apuntaban hacia los míos con una mirada de desesperación la cual me asusto aún más. A nosotros nos hicieron prisioneros cuando íbamos a trabajar a los campos de cultivo de nuestra aldea, una serie de hombres muy corpulentos y mulatos vinieron a por nosotros, el resto de hombres de mi familia pudo huir de regreso a la aldea. Y en situaciones como esta de agobio me tranquiliza recordar la mirada de mi pequeña hija, la cual actualmente tiene dos años. Un gran barco apareció por la derecha anclándose justo delante nuestro, de este barco se bajaron unos 20 hombres , pocos comparados con los prácticamente 300 que éramos todos nosotros. ntramos en este barco y vimos una pequeña sala con 5 ventanas y vi  es donde nos metieron y como comprenderéis casi no podía ni respirar, la primera noche me acomode para intentar dormir sin dejar de pensar en destino nos esperaría, por cierto, mi nacionalidad es africana y mi nombre es Jack  y para los que no lo sepáis, estoy soportando estas condiciones infrahumanas por tener una tez negra. Transcurrían los días y podía ver a mis compañeros pasándolo realmente mal, alguno murió ya que la comida era escasa y la higiene nula. Llegamos a tierra firme y nos esperaba un gran numero de gente la cual estaba sentada y delante de ellos una tabla por la cual nos hacían pasar uno por uno y pujaban con una moneda la cual no conocía. Al acabar de pasar uno por uno un hombre me recogió y me llevo a un campo de cultivo de algodón , ese producto después iría al gran continente Europeo, un sueño que jamás podre cumplir