Erstellt von Dakota Julissa López
vor etwa 5 Jahre
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TERRORES NOCTURNOS ¿QUÉ SON? Son episodios de gritos, miedo intenso y agitación del cuerpo mientas todavía duermes. También conocidos como «miedos del sueño», a menudo los terrores nocturnos ocurren en combinación con el sonambulismo. Como sucede con el sonambulismo, los terrores nocturnos se consideran una «parasomnia», es decir, una experiencia no deseada durante el sueño. Un episodio de terror nocturno puede durar desde varios segundos hasta unos pocos minutos, pero también puede extenderse durante más tiempo.
INCIDENCIA DE LOS TERRORES NOCTURNOS: Los terrores nocturnos afectan a casi el 40 por ciento de los niños y a un porcentaje significativamente menor de adultos. A pesar de que son escalofriantes, los terrores nocturnos no suelen ser una causa de preocupación. La mayoría de los niños superan los terrores nocturnos antes de la adolescencia.
SÍNTOMAS: Los terrores nocturnos no son lo mismo que las pesadillas. Quien tiene una pesadilla se despierta y puede llegar a recordar algunos detalles; en cambio, quien sufre un episodio de terror nocturno sigue durmiendo. Por la mañana, los niños no suelen recordar nada de sus terrores nocturnos. Los adultos, en cambio, pueden llegar a recordar un fragmento del sueño que tuvieron durante el episodio. Los terrores nocturnos suelen ocurrir entre el primer tercio y la primera mitad de la noche, y es poco frecuente que ocurran durante las siestas. Los terrores nocturnos pueden provocar sonambulismo. Durante un episodio de terror nocturno, una persona puede: Comenzar con un grito atemorizante Sentarse en la cama y verse asustada Mirar fijo y con los ojos muy abiertos Transpirar, respirar pesadamente y tener el pulso acelerado, la cara ruborizada y las pupilas dilatadas Patear y pegar Ser difícil de despertar y, si se logra, mostrarse confundida Ser difícil de consolar No recordar el suceso a la mañana siguiente o tener pocos recuerdos de este Posiblemente, salir de la cama y correr por la casa o tener una conducta agresiva si se le impide el paso o se la contiene
CAUSAS: Los terrores nocturnos se clasifican como una parasomnia, una conducta o una experiencia no deseada durante el sueño. Los terrores nocturnos son un trastorno de vigilia, lo que significa que se producen durante el sueño, la fase más profunda del sueño sincronizado. Otro trastorno del sueño sincronizado es el sonambulismo, que puede producirse junto con los terrores nocturnos. Existen varios factores que pueden contribuir a causar los terrores nocturnos, por ejemplo: Privación del sueño y cansancio extremo Estrés Interrupciones en el horario para dormir, viajes o interrupciones del sueño Fiebre A veces, los terrores nocturnos pueden desencadenarse por afecciones no diagnosticadas que interfieren en el sueño, entre ellas: Respiración asociada a trastornos del sueño: un grupo de trastornos que comprenden patrones anormales de respiración durante el sueño (el más frecuente es la apnea obstructiva del sueño) Síndrome de piernas inquietas Algunos medicamentos Trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad En adultos, consumo de alcohol
TRATAMIENTO Tranquilizarse casi siempre ayuda a superar este trastorno y es muy importante para el tratamiento. Existen indicios de que los terrores nocturnos pueden resultar de estar demasiado cansado o de sufrir fatiga crónica, en tales casos, es conveniente intervenir en los hábitos de sueño mediante la creación de un horario fijo, esto puede aumentar las posibilidades de un sueño reparador. Si los terrores nocturnos se vuelven crónicos, cierta evidencia sugiere que el paciente debe ser despertado de su sueño justo antes del momento en que suelen producirse los terrores para interrumpir el ciclo del sueño. En algunos casos, un niño que tiene terror nocturno requerirá mayor comodidad y tranquilidad durante el día y antes de acostarse. La psicoterapia o asesoramiento con especialistas puede ser útil en muchos casos. Se pueden utilizar antes de dormir medicamentos con benzodiazepina (por ejemplo, diazepam), que a menudo reducen la aparición de los terrores nocturnos. Sin embargo, en niños, rara vez se recomienda la medicación para tratar este trastorno. La prevalencia del síndrome de terror nocturno es desconocida o poco clara, dado que ha habido muy pocos estudios epidemiológicos en la historia
SONAMBULISMO ¿QUÉ ES? El sonambulismo implica levantase y caminar mientras estás dormido. Más frecuente en niños que en adultos, el sonambulismo generalmente se supera antes de los diez años. Por lo general, los incidentes aislados a causa del sonambulismo no indican ningún problema grave ni requieren tratamiento. Sin embargo, el sonambulismo recurrente puede sugerir un trastorno del sueño no diagnosticado. El sonambulismo en adultos tiene mayores probabilidades de confundirse o de coexistir con otros trastornos del sueño y enfermedades. Si algún miembro de tu familia es sonámbulo, es importante protegerlo de las posibles lesiones relacionadas con el sonambulismo.
SÍNTOMAS: En general, el sonambulismo se produce temprano por la noche, a menudo, entre una y dos horas después de quedarte dormido. Es poco probable que se produzca durante una siesta. Un episodio de sonambulismo puede producirse con mucha o muy poca frecuencia, y suele durar varios minutos, pero puede durar más tiempo. Una persona que padece sonambulismo puede: Salir de la cama y caminar Sentarse en la cama y abrir los ojos Tener una mirada perdida, con ojos vidriosos No responder ni comunicarse con otras personas Tener dificultad para despertarse durante un episodio Estar desorientada o confundida por un breve período después de ser despertada No recordar el episodio por la mañana Tener problemas para cumplir con tus tareas durante el día debido a las alteraciones del sueño Tener terrores nocturnos además de sonambulismo A veces, una persona que padece sonambulismo podrá: Hacer actividades rutinarias, como vestirse, hablar o comer Salir de la casa Conducir un automóvil Tener comportamientos extraños, como orinar en un ropero Tener relaciones sexuales sin ser consciente de ello Lesionarse, por ejemplo, al caer de las escaleras o al saltar por una ventana Actuar en forma violenta durante el período de breve confusión que se produce inmediatamente después de despertar u, ocasionalmente, durante el sonambulismo
CAUSAS: El sonambulismo se clasifica como una parasomnia, una conducta o experiencia no deseada durante el sueño. El sonambulismo es un trastorno de vigilia, lo que significa que se produce durante el sueño N3, la fase más profunda del sueño sincronizado. Otro trastorno del sueño sincronizado son los terrores nocturnos, que pueden producirse junto con el sonambulismo. Muchos de los factores que pueden contribuir al sonambulismo son: Privación del sueño Estrés Fiebre Interrupciones en el horario para dormir, viajes o interrupciones del sueño A veces, el sonambulismo puede ser provocado por afecciones no diagnosticadas que interfieren en el sueño, como: Respiración asociada a trastornos del sueño: un grupo de trastornos caracterizados por patrones anormales de respiración durante el sueño (por ejemplo, la apnea obstructiva del sueño) Tomar ciertos medicamentos, como hipnóticos, sedantes y determinados medicamentos para los trastornos psiquiátricos Consumo de sustancias, como el alcohol Síndrome de piernas inquietas Enfermedad por reflujo gastroesofágico
TRATAMIENTO En muchos casos el simplemente mejorar la higiene del sueño puede eliminar el problema. Si el problema persiste, usted debe hablar con su médico o con un especialista del sueño. Esté preparado a discutir con su médico o pediatra cualquier factor, tal como fatiga, medicamentos o tensión, que pueda producir el sonambulismo. Existe evidencia que el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño, aun cuando leve, puede eliminar el sonambulismo. El tratamiento de sonambulismo en adultos puede incluir hipnotismo. En realidad, existen muchos casos en los cuales los pacientes sonámbulos han tratado con éxito sus síntomas solamente usando hipnotismo. También, las terapias farmacológicas, tales como el uso de ansiolíticos, han ayudado a reducir la incidencia de sonambulismo en algunas personas. El sonanbulismo es común en niños y usualmente desaparece con el tiempo, especialmente cuando disminuye la cantidad de sueño profundo. Si los síntomas persisten en la adolescencia, consulte a su médico.
¿QUÉ ES? El insomnio es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido) o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte. Es posible que sigas sintiéndote cansado cuando te despiertes. El insomnio no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida. Cuántas horas de sueño son suficientes es algo que varía según la persona, pero la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 8 horas por noche. En algún punto, muchos adultos experimentan insomnio a corto plazo (agudo), que dura unos días o algunas semanas. Por lo general, se debe a estrés o a un acontecimiento traumático. Pero algunas personas sufren insomnio a largo plazo (crónico) que dura un mes o más. El insomnio puede ser el problema principal o puede estar asociado a otras afecciones o a medicamentos. No tienes que soportar noches y noches sin dormir. A menudo, cambios simples en tus hábitos pueden ser de ayuda
SÍNTOMAS: Los síntomas de insomnio pueden incluir lo siguiente: Dificultad para conciliar el sueño a la noche Despertarse durante la noche Despertarse muy temprano No sentirse bien descansado después del sueño nocturno Cansancio o somnolencia diurnos Irritabilidad, depresión o ansiedad Dificultad para prestar atención, concentrarse en las tareas o recordar Aumento de los errores o los accidentes Preocupaciones constantes respecto del sueño
CAUSAS: El insomnio puede ser el problema principal o puede estar asociado con otras afecciones. El insomnio crónico suele ser consecuencia del estrés, los acontecimientos de la vida o los hábitos que alteran el sueño. El tratamiento de la causa preexistente puede resolver el insomnio; sin embargo, a veces, este problema puede durar años. Las causas frecuentes del insomnio crónico comprenden las siguientes: Estrés. Las preocupaciones relacionadas con el trabajo, la escuela, la salud, las finanzas o la familia pueden mantener la mente en actividad durante la noche, lo que dificulta el sueño. Los acontecimientos estresantes de la vida o los traumas, como la muerte o la enfermedad de un ser querido, un divorcio o la pérdida de un trabajo, también pueden causar insomnio. Viajes u horarios de trabajo. Los ritmos circadianos actúan como un reloj interno y regulan el ciclo circadiano, el metabolismo y la temperatura corporal. La alteración de los ritmos circadianos del cuerpo puede causar insomnio. Las causas abarcan el desfase horario por los viajes a través de varias zonas horarias, el trabajo en turnos de tarde o de mañana, o el cambio de turno con frecuencia. Malos hábitos de sueño. Los malos hábitos de sueño incluyen los horarios irregulares de acostarse, las siestas, las actividades estimulantes antes de acostarse, un entorno de sueño incómodo y el uso de la cama para trabajar, comer o mirar televisión. El uso de computadoras, televisores, videojuegos, teléfonos inteligentes u otras pantallas antes de acostarse pueden afectar el ciclo del sueño. Alimentación en exceso en la noche. Está bien ingerir un tentempié liviano antes de acostarse, pero comer en exceso puede causarte molestias físicas cuando estás acostado. Muchas personas también tienen acidez estomacal, el flujo retrógrado de ácido y comida que va desde el estómago hasta el esófago después de comer, lo que puede mantenerte despierto.
CAUSAS FRECUENTES: Además, el insomnio crónico puede estar asociado con enfermedades o con el uso de determinados fármacos. El tratamiento de la enfermedad puede ayudar a mejorar el sueño, pero el insomnio puede persistir después de la mejoría de dicha enfermedad. Otras causas frecuentes del insomnio son las siguientes: Trastornos de salud mental. Los trastornos de ansiedad, como el trastorno por estrés postraumático, pueden alterar el sueño. Levantarse muy temprano puede ser un signo de depresión. Con frecuencia, el insomnio ocurre también junto con otros trastornos de salud mental. Medicamentos. Muchos fármacos recetados pueden afectar el sueño, por ejemplo, ciertos antidepresivos y medicamentos para el asma o la presión arterial. Muchos medicamentos de venta libre, como algunos analgésicos, medicamentos para la alergia y el resfriado, y los productos para adelgazar, contienen cafeína y otros estimulantes que pueden alterar el sueño. Afecciones. Los ejemplos de afecciones relacionadas con el insomnio incluyen el dolor crónico, el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas, el asma, la enfermedad del reflujo gastroesofágico, el hipertiroidismo, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer. Trastornos relacionados con el sueño. La apnea del sueño produce pausas respiratorias periódicas durante la noche, lo que interrumpe el sueño. El síndrome de las piernas inquietas produce sensaciones poco agradables en las piernas y un deseo casi irresistible de moverlas, lo que puede impedir conciliar el sueño. Cafeína, nicotina y alcohol. El café, el té, las bebidas cola y otras bebidas con cafeína son estimulantes. Beberlas a última hora de la tarde o de la noche puede impedirte que concilies el sueño nocturno. La nicotina de los productos de tabaco es otro estimulante que puede afectar el sueño. El alcohol puede ayudarte a conciliar el sueño, pero impide que se alcancen las fases del sueño más profundas y, a menudo, hace que te despiertes en medio de la noche.
COMPLICACIONES: El sueño es tan importante para tu salud como una dieta saludable y la actividad física regular. Cualquiera sea tu razón para no dormir, el insomnio puede afectarte tanto mental como físicamente. Las personas que padecen insomnio informan tener una calidad de vida peor en comparación con aquellas que duermen bien. Las complicaciones del insomnio pueden incluir lo siguiente: Peor desempeño en el trabajo o en la escuela Disminución del tiempo de reacción al conducir y un mayor riesgo de accidentes Trastornos de salud mental, como depresión, un trastorno de ansiedad o abuso de sustancias Aumento del riesgo y la gravedad de enfermedades o afecciones a largo plazo, como presión arterial alta y enfermedades cardíacas
TRATAMIENTO: De no ser tratado a tiempo, el insomnio puede conllevar días hasta años y eso a su vez, podría acarrear varios problemas, desde hipertensión arterial, problemas metabólicos, envejecimiento precoz, cáncer de mama, de estómago, depresión crónica, entre otros. En el caso de las personas que consumen fármacos hipnóticos sin control médico, la automedicación no es bueno porque genera dependencia, lo mejor que puede hacerse es realizar ejercicios, relajarse, evitar comidas pesadas, escuchar música, evitar las tecnologías y en el peor de los casos, visitar un médico. Finalmente se recomienda descansar de 7 a 9 horas ya que dormir bien, nos garantiza un mejor estado de ánimo, aumenta la energía vital, despeja la mente, protege el corazón, te ayuda a mantener un peso saludable y sobre todo, te alarga la vida.
PREVENCIONES: Algunas de las pautas profilácticas recomendadas para quienes tienen predisposición a las dificultades para conciliar el sueño son:3 La cafeína es un estimulante del SN y se debe interrumpir su consumo 4-6 horas antes de acostarse (dentro de ese lapso sigue habiendo, en la sangre, trazas de esta sustancia que, al menos en algunas personas aparentemente más susceptibles, siguen provocando insomnio, ansiedad, intranquilidad, nerviosismo). En dosis estándar, como 100 mg por día, el equivalente a una taza de café, produce dependencia física y psicológica. La nicotina también es un estimulante del SN (y no, como suele creer quien fuma consecutivamente, un tranquilizante) y debe evitarse cerca de la hora de acostarse y en los despertares nocturnos. Además, provoca adicción (dependencia física y psicológica). El alcohol es un depresor del sistema nervioso; si bien puede facilitar el inicio del sueño, provoca despertares a lo largo de la noche. Además, causa adicción (dependencia física), por lo que debe evitarse. Una comida ligera puede inducir al sueño, pero una comida copiosa en un momento demasiado cercano al sueño puede hacer que éste sea menos profundo, si bien es cierto que no es recomendable irse con hambre a la cama. Es recomendable el ejercicio, pero no en las 3-4 horas previas a la hora de acostarse, pues el sistema nervioso se activaría y la sensación de somnolencia se perdería; el ejercicio regular por las tardes puede hacer que el sueño sea más profundo. Minimizar el ruido, la luz y las temperaturas extremas (no más de 24 °C ni menos de 12 °C) durante el periodo de sueño, utilizando tapones para los oídos, ruidos tenues de fondo como un ventilador, persianas en las ventanas, mantas eléctricas o aire acondicionado. Tratar de acostarse y despertarse más o menos a la misma hora todos los días. Se ha demostrado que cambios constantes en los horarios de sueño aumentan la probabilidad de que en algunas personas se generen dificultades graves y crónicas para dormir. Es importante que se asocie a la cama con el descanso. Establecer comportamientos rutinarios que se asocien con el sueño, por ejemplo: preparar la ropa para el día siguiente, tomar un vaso de leche, poner el despertador, ponerse el pijama, etc. Acostarse sólo cuando se tenga sueño, en caso de estar en la cama y desvelarse, volver a levantarse hasta tener sueño. Evitar las preocupaciones en la cama. Durante el día establecer un tiempo para preocuparse. Si por la noche surgiera la necesidad de preocuparse, dejarlo para el día siguiente a la hora establecida.
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