El Renacimiento y la literatura renacentista en España

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Notiz am El Renacimiento y la literatura renacentista en España, erstellt von Manu prieto am 17/12/2015.
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El RenacimientoEl llamado siglo de Oro de la literatura española es en realidad un periodo de 164 años que abarca desde la proclamación de Carlos I como rey de España en 1517 hasta la muerte de Calderón de la Barca en 1681. Dentro de este período pueden distinguirse dos movimientos culturales, artísticos y literarios, de los cuales uno se desarrolló en el XVI, el Renacimiento, y otro en el XVII, el Barroco.El Renacimiento es uno de los movimientos artísticos de mayor prestigio en todas las épocas. Ya de por sí su nombre es eufónico y contiene, además, un significado noble. Sugiere un periodo de sombra o de muerte entre dos nacimientos: el primer nacimiento se asocia a Grecia y roma en la Edad Antigua: el segundo nacimiento (el Renacimiento) es la resurrección de la cultura grecolatina, olvidada o desatendida durante la Edad Media.Sin embargo, el renacimiento no surgió en todos los países al mismo tiempo ni tuvo los mismos caracteres ni igual implantación. en el caso de España, el espíritu renacentista no se impuso hasta el reinado de carlos I (1517-1556), a pesar de que durante el siglo XV ya se habían producido un conjunto de cambios en la mentalidad y en la cultura que tuvieron reflejo en la literatura.El renacimiento español tuvo dos fases bien diferenciadas:-Una fase de apertura, en la que la cultura sintoniza con la cultura europea. El reinado de Carlos I.-Una fase de hermetismo, en la que España se vuelve sobre sí misma y se cierra a toda influencia exterior. Se corresponde con el reinado de Felipe II.Acaso sea la palabra apertura el término que defina el espíritu renacentista con mayor exactitud:-Apertura hacia nuevas tierras, que da lugar a los descubrimientos geográficos.-Apertura hacia el pasado, que se manifiesta en la valoración del pensamiento grecolatino y en la consiguiente vuelta a la naturaleza.-Apertura hacia nuevas formas de espiritualidad procedentes de Europa, que se manifiesta en la aceptación de las ideas de Erasmo de Rotterdam, tanto en religión como en literatura.-Apertura hacia las formas literarias que proceden de Italia.Tal apertura se torna en hermetismo oficial a partir del concilio de Trento, cuando España se erige en defensora de los dogmas católicos. A partir de ese momento se desarrollan en literatura las tendencias nacionales, cuyos máximos exponentes son el resurgir de la épica, la aparición de la novela picaresca y el desarrollo de una literatura religiosa que culminó en la mística.Marco Histórico cultural del RenacimientoEl renacimiento fue la época de formación de los grandes Estados nacionales. La aplicación de la pólvora permitió a los reyes crear modernos ejércitos y afianzar su poder frente a la nobleza. La monarquía absoluta se fue imponiendo como forma de gobierno.El reinado de Carlos I estuvo dominado por la idea del monarca de crear un imperio universal bajo su mando. Este objetivo llevó a los ejércitos españoles a sostener diversas guerras en Europa, al tiempo que se emprendió la conquista de México y del Perú. Y aunque el poderío hispano impuso su hegemonía en el mundo, las continuas campañas provocaron un desgaste financiero y humano que impidió el normal desarrollo económico de la Península y sentó las bases de la decadencia española.Con Felipe II la crisis financiera se agudizó, y el rey tuvo que declarar por tres veces la bancarrota. El personalismo de Felipe II y la creación de un gran aparato burocrático hicieron más lenta la solución de los problemas urgentes que afectaban a España.Organización socialLa sociedad renacentista mantuvo la división medieval en tres estamentos: nobleza, clero y pueblo llano. La separación entre los estados no fue, sin embargo tan rígida y se introdujeron además distinciones de carácter económico. Así, dentro del estamento de la nobleza se distinguía entre grandes, títulos, caballeros e hidalgos, según la cuantía de sus rentas. La literatura nos ofrece numerosos casos de hidalgos empobrecidos que, aun así, conservaban los privilegios propios de sus estamentos: Don Quijote es uno de ellos.La expulsión de los judíos en 1492 y las guerras de religión crearon una segunda diferenciación social. Frente a los conversos o cristianos nuevos (judíos convertidos al cristianismo) se afirmó el sentimiento de cristiano viejo. Este sentimiento tuvo tal importancia que muchos gremios exigían a sus afiliados demostrar su limpieza de sangre. Autores como Fernando de Rojas, Fray Luis de León, Teresa de Jesús o Mateo Alemán tuvieron antecedentes judíos, lo cual pudo haber influído tanto en su concepción del mundo como en su producción literariaLa CulturaLa cultura renacentista siguió marcada por la huella que imprimieron los humanistas, de modo que continuaron los estudios clásicos, en especial en la primera mitad del XVI. la generalización de la imprenta, inventada por Gutenberg a mediados del XV procuró a estos estudios una difusión inconcebible en épocas anteriores. Para comprender el sentido universalista de la cultura del Renacimiento basta un ejemplo: El Lazarillo de Tormes se publicó a la vez en Burgos, Alcalá de Henares y Amberes (Bélgica).Fuentes de la literatura renacentistaLa literatura renacentista del XVI registra diversas influencias externas que son un reflejo más del universalismo renacentista. Entre ellas cabe destacar las siguientes:La influencia italiana, patente sobre todo en la adopción de esquemas métricos italianos (endecasílabos, sonetos) y en la introducción de algunos subgéneros novelescos, como la novela pastoril.La influencia clásica que se manifiesta tanto en los temas como la búsqueda de un estilo armónico y equilibrado.La influencia de Erasmo de Rotterdam y el humanismo, especialmente en la prosa didáctica y en las colecciones de refranes, dichos y sentencias. Junto a estas influencias externas hay un desarrollo de la literatura de tradición castellana, como es el caso de los libros de caballerías que siguen el modelo del Amadís de Gaula, y surgen a la vez algunos productos genuinamente hispanos como la novela picaresca.Temas de la literatura renacentistaLa producción literaria del siglo XVI es vastísima y por tanto son multitud los temas que tratan.. entre ellos, los más frecuentes son.El amor. El renacimiento descubre la belleza del cuerpo humano y exalta las sensaciones placenteras, en especial las que se producen a través de la vista y del oído. Junto a la exaltación pagana del amor corporal se exaltan también el amor idealizado y el amor divino.La naturaleza. La acción poética o novelesca suele situarse en un paisaje idealizado (aguas cristalinas, praderas verdes) La soledad y el silencio de ese paisaje idílico y lleno de armonía es el marco apropiado para el lamento amoroso o el desarrollo de escenas inspiradas en la mitología.La mitología. El Renacimiento pone de nuevo en circulación los mitos griegos, en especial los que están al servicio de la pasión amorosa. Los bosques, los ríos y las fuentes se pueblan de ninfas y de sátiros, a la vez que diversos m´ˆticos reviven en la pluma de autores renacentistas.El sentimiento religioso. La paganización propia del primer Renacimiento se torna en religiosidad en la época de Felipe II. Los temas siguen siendo los mismos -el amor, la naturaleza-, pero ahora los escritores ascéticos y místicos los divinizan y los aplican a la exaltación del sentimiento religioso.La historia. Los acontecimientos del momento se convierten en fuente de inspiración para muchos autores. La justificación de la política imperial de Carlos I o el relato de los sucesos más destacados del descubrimiento y de la conquista de América dan vida a varias obras literarias.El mundo caballeresco. La edad Media pervive también mediante un proceso de idealización en numerosos relatos, especialmente en la novela de caballerías y en la novela morisca.Situación lingüística en el siglo XVIEl siglo XVI es la época de consolidación del español clásico. Los grandes reajustes que se producen en el paso del siglo XV al siglo XVI se consolidan a lo largo del siglo, de modo que la lengua queda fijada en el estado en que la conocieron nuestros grandes autores clásicos. De esta época proceden los actuales sonidos [z] y [j]Subsisten, no obstante, algunas vacilaciones que afectan sobre todo al timbre de las vocales átonas. (aleviar y aliviar, por ej.) O en grupos consonánticos había escritores que simplificaban (sinifiquen por signifiquen).Un fenómeno característico del español del XVI fue la introducción de numerosos italianismos, en especial en el terreno de la literatura. Este es el origen de las palabras como novela, cuarteto, estancia y madrigal entre otras.La lengua literaria del RenacimientoNaturalidad y selección resumen el ideal estético del Renacimiento. La naturalidad y el afán de hacerse entender fomentan el gusto por la expresión llana y sencilla, presente, por ejemplo, en el Lazarillo de Tormes o en las obras de Santa Teresa de Jesús.La armonía que el renacimiento busca en la Naturaleza, en el hombre y en el arte se refleja también en la literatura:Se busca un expresión remansada, con frecuentes enumeraciones y desdoblamientos de términos sinónimos y abundantes paralelismos.El epíteto adquiere un valor estilístico de primer ordenEl hipérbaton se sigue empleando, pero pierde la violencia que tenía en los autores del siglo XV y se convierte en algo natural.La lengua literaria alcanza su mayor esplendor en la literatura mística, cuyo objeto es describir la unión espiritual entre el alma y Dios. Esta unión origina sentimientos que los propios místicos consideran inefables, es decir, que no se pueden explicar con palabras. Por eso los místicos recurren a símbolos y sus obras se pueblan de paradojas, metáforas, comparaciones y otros recursos literarios.A finales del siglo XVI, el poeta sevillano Fernando de Herrera critica la naturalidad expresiva de los autores renacentistas e introduce una poesía artificiosa, culta y afectada que anuncia el Barroco.La poesía lírica española del Siglo XVIEn el Renacimiento se produce una profunda renovación de la lírica que afecta tanto a los temas como a la forma de los poemas.Durante el primer cuarto de siglo se sigue cultivando la poesía cancioneril y alegórica. pero en 1526, el poeta Juan Boscán se entrevista en Granada con el embajador veneciano Andrea Navaggero, quien le insta a que emplee en castellano los metros italianos. Boscán sigue su consejo y comienza a escribir sonetos, canciones, tercetos encadenados y octavas reales, empleando para ello el verso endecasílabo.No fue Boscán el primero que empleó en castellano el verso endecasílabo. Ya en el siglo XV el Marqués de Santillana había intentado sin éxito adaptar al castellano las formas métricas italianas. Ahora, en cambio, el ejemplo de Boscán es seguido por Garcilaso de la Vega, quien instaura una corriente de poesía de corte italianizante que se impuso sobre la poesía tradicional castellana, compuesta a base de versos de arte menor y de versos dodecasílabos.Garcilaso de la Vega logró transmitir el endecasílabo castellano la musicalidad que caracterizaba a los endecasílabos italianos compuestos por Petrarca. Combinó además con acierto los versos endecasílabos con los heptasílabos e inventó algunas estrofas, como la lira, que tuvieron especial fortuna durante el s. XVI.De Garcilaso surgen dos corrientes en la segunda mitad del siglo XVI:-Una corriente, representada por fray Luis de León, que muestra preferencia por los temas religiosos, filosóficos y morales. Mantiene el ideal de naturalidad en la expresión propia del Renacimiento y se inclina por las estrofas cortas, en especial por la lira.-Otra corriente, representada por fernando de Herrera, que prefiere los temas amorosos y patrióticos.. Busca una expresi´øn brillante y culta, con numerosos epítetos, hipérboles y cultismos, rompiendo el equilibrio renacentista entre la expresión y contenido, en favor de la expresión. De este modo se intentó crear un lenguaje específicamente poético, distinto del habla habitual. Esta corriente denominada manierismo, sirvió de preludio al Barroco.La literatura religiosa del RenacimientoEn el siglo XVI se desarrollan dos corrientes espirituales cuyas manifestaciones poéticas entroncan con la poesía de Garcilaso, con la poesía cancioneril y con los métodos de análisis de los sentimientos que tienen su origen en la poesía de Petrarca. Estas dos corrientes son la ascética y la mística.La ascética es un camino de perfeccionamiento espiritual que prepara el alma para recibir los dones que proceden de Dios.La mística es un estado de perfección espiritual en el que el alma percibe la presencia de Dios, recibe sus dones y acaba uniéndose con él.Ambas corrientes son resultado de la inquietud espiritual de España del siglo XVI y se manifiestan con especial intensidad durante el reinado de Felipe II. Es entonces cuando conviven San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, que intentan transmitir sus experiencias místicas mediante la literatura.Las obras ascéticas y místicas no forman en realidad un género literario. Los autores ascéticos y místicos escriben tanto en verso como en prosa. incluso a veces escriben comentarios en prosa sobre lo que quieren decir sus versos. No obstante, la unidad temática de estas obras y sus peculiaridades aconsejan diferenciarlas de otras obras escritas en verso y prosa. Por eso, suele hablarse del género de la literatura religiosa.

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