Erstellt von rafa diaz alaminos
vor etwa 8 Jahre
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El libro VII de la República comienza con la exposición del conocido mito de la caverna, que utiliza Platón como explicación alegórica de la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento, según la teoría explicada al final del libro VI, ilustrada mediante la alegoría de la línea.Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas. Qué pasaría si una persona que ocupa el interior de la caverna se liberara de las cadenas y se volviese para atrás; se daría cuenta que todo lo que ha visto hasta ahora no es la realidad, sino sombras de la misma. Al principio no se adaptaría bien, ya que necesita un período de acostumbramiento y querría volver a su situación anterior. Una vez adaptado, tendrá una visión más real ya que comprenderá que lo que antes creía que era lo real, ahora le aparecerá como sombras de los objetos que ahora contempla (se ha producido el paso de la eikasia a la pistis). Si después lo arrastráramos por una empinada cuesta para sacarlo al exterior, quedaría de nuevo cegado por la luz solar y no vería bien, por lo que querrá volver otras vez al interior de la caverna. Necesitaría también acostumbrarse, viendo primeramente las sombras de los objetos en los charcos y aguas (las matemáticas), para posteriormente ver los objetos mismos y de noche las estrellas y la luna, y finalmente el sol (Idea de Bien). Una vez percibida la auténtica realidad, estará obligado a volver al interior en calidad de educador y gobernante.
El símil de la línea tiene como objetivo establecer la proporción entre los distintos grados de realidad y los distintos grados de conocimiento, estableciendo que a mayor grado realidad mayor grado de conocimiento, y a menor grado de realidad el menor grado de conocimiento. Así, el mayor grado de realidad, que serían las Ideas, que se correspondería con el mayor grado del conocimiento que sería la noesis. Platón pide que nos imaginemos una línea dividida en dos secciones desiguales, y cada una de ellas procedemos a subdividirlas siguiendo la misma proporción. La sección de la línea más corta correspondería al mundo sensible, mientras que la sección restante correspondería al mundo inteligible.Dentro del mundo sensible hay dos tipos de realidades, al que le corresponderían dos tipos distintos de conocimientos. El grado inferior de realidad correspondería a las sombras e imágenes objetos de la eikasía, mientras que el superior que serían las cosas, objetos de la pistis.
Dentro del Mundo Inteligible hay dos tipos de realidades, con los dos tipos de conocimiento asociados a ellas. Por un lado están las entidades menos perfectas de todas las entidades perfectas. Estas son las entidades matemáticas, que sirven de puente entre el mundo sensible y el mundo inteligible, siendo lo primero que podemos conocer cuando hemos abandonado el interior de la caverna. Por otro lado, están las entidades más perfectas de todas las entidades perfectas, las Ideas, . El tipo de conocimiento adecuado a las entidades matemáticas es el pensamiento discursivo (dianoia). Por su parte, el tipo de conocimiento cuyos objetos son las ideas o formas, es la intuición intelectual (noesis). Es el tipo de conocimiento más puro, exacto, excelso y todos los adjetivos calificativos con connotaciones positivamente superlativas que se nos ocurran.
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