Marx se hizo ateo en la época en que escribió “El Capital”.
Según Marx y Engels la dictadura del proletariado es un paso inevitable para la realización del comunismo.
En Marx la alienación describe el proceso por el que la Idea se hace otra cosa distinta radicalmente de sí misma, se hace “Naturaleza”.
La filosofía se incluye en la infraestructura de la sociedad.
En la sociedad capitalista el trabajo es una mercancía.
Marx propuso el socialismo utópico.
La religión es una forma de alienación.
Marx y Hegel escribieron “El Manifiesto del Partido Comunista”.
Para el marxismo, la historia es consecuencia del enfrentamiento entre clases sociales antagónicas.
En las sociedades capitalistas el productor vive el objeto que produce como algo ajeno y extraño.
La clase trabajadora no necesita organizarse para la defensa de sus intereses de clase, basta con tomar conciencia de ello.
Según Marx, con el triunfo del comunismo el hombre ya no se definirá como un ser productivo.
En sus estudios de economía tuvo en cuenta las aportaciones de la economía política inglesa.
Feuerbach perteneció al grupo llamado “hegelianos de derecha”.
Marx no quiso construir una ciencia de la sociedad sino una teoría filosófica.
Marx defendió el idealismo filosófico.
El materialismo histórico es una teoría que explica las diversas etapas históricas a partir de las circunstancias económicas.
La obra filosófica marxista más importante se llama “Manifiesto del Partido Comunista”.
Las ideologías describen de modo deformado e interesado el orden vigente.
Hegel influyó en la filosofía marxista.
Según Marx, con la mejora de las condiciones laborales y la mejor distribución de la riqueza, el capitalismo dejará de explotar a la clase trabajadora.
La plusvalía es el beneficio que obtiene el empresario con las mercancías como consecuencia de las mejoras técnicas que utiliza para su producción.
En la sociedad capitalista el burgués se apropia, en la forma de plusvalía, de parte de la riqueza producida por el proletario.
Marx considera que la realidad en su conjunto evoluciona históricamente movida por una dinámica interna similar a la dialéctica hegeliana.
La división de la sociedad en clases comienza con la aparición de la propiedad privada.
El materialismo dialéctico fue una creación de Marx, y apenas se encuentra en la filosofía de Engels.
Una tesis básica del marxismo es que la democracia burguesa no es el mejor marco político para la defensa de los intereses de todos los hombres.
Hegel es el más importante representante del llamado “idealismo alemán”.
Según Marx, en las comunidades tribales no existía la propiedad privada.
Las fuerzas productivas se incluyen en lo que el marxismo llama infraestructura de la sociedad.
El comunismo moderno no defiende la revolución como forma de instaurar la sociedad sin clases.
La realidad no está constituida únicamente por los efectos de la acción humana.
Feuerbach consideró que la religión cristiana es una forma de alienación.
En sentido técnico (no metafísico) , llamamos idealista a toda teoría que da mucha importancia a la realización de ideales morales y políticos.
Para el materialismo histórico la filosofía tiene un desarrollo propio, independiente de la estructura económica de la sociedad en la que aparece.
Para llevar a cabo la revolución marxista lo fundamental es criticar los principios en los que se basa la sociedad capitalista.
El término “alienación” indica para Marx la privación violenta del hombre de su ser más genuino: su conciencia de “ser humano”.
Para Marx, filosofía, política y economía habían de ser todo uno.
Si la estructura es radicalmente económica, las alienaciones superestructurales se fundan en la existencia de la propiedad privada.
La ley de la dialéctica aplicada al mundo natural pertenece al materialismo histórico.
La premisa fundacional del materialismo histórico de Karl Marx es que la forma que la sociedad adopta viene determinada por el modo en que se organiza la producción.
La intención de Marx es afirmar que todo es materia, precisamente por el hecho de aplicar su filosofía a la historia y la economía.
A través de la praxis Marx intenta superar la tensión entre un idealismo demasiado alejado de las cosas y un materialismo demasiado apegado a las mismas.
Marx da prioridad a la realidad concreta sobre el pensamiento o conciencia.
La realidad es considerada por Marx como un proceso dialéctico de producción espiritual.
Para Marx, la muerte del capitalismo sólo podría tener lugar después de una investigación científica del mismo.
Para Marx, las relaciones que el hombre establece con la naturaleza y con los demás hombres son espirituales.
Como consecuencia del materialismo histórico, las ideas de los hombres no están estrechamente ligadas a las condiciones materiales de cada ser humano.
El proceso de trabajo es aquel mediante el cual se transforma un objeto en un producto útil.
El materialismo histórico afirma que la producción de bienes materiales es lo que condiciona toda la historia humana.
La historia es concebida por Marx como un proceso de maduración de la especie humana para conseguir la felicidad.
El hombre se diferencia de los animales a partir del momento en el que empieza a producir aquellos medios de subsistencia que le garanticen la supervivencia.
Para llevar a cabo la transformación de la naturaleza, los hombres necesitan establecer de manera voluntaria una serie de relaciones de producción.
Las relaciones de producción son el conjunto de relaciones que los distintos miembros de una sociedad concreta establecen entre sí en el proceso de producción de su vida material.
Las distintas relaciones que el hombre ha ido estableciendo a la hora de transformar la naturaleza tienen su fundamento en el grado de desarrollo del proceso de trabajo.
Lo que define a una época determinada no es lo que produce, sino la forma o sistema de producirlo.
La “plusvalía” se da cuando el valor de uso (valor del mercado) es mayor que el valor de cambio (valor real, lo que ha costado producir).
Para Marx, los hombres se encuentran de una manera necesaria y voluntaria formando parte del sistema de relaciones de producción “que corresponden a una determinada fase de desarrollo de las fuerzas productivas”.
En la conciencia se expresa la relación del hombre o una clase con su mundo y su existencia social e histórica.
La ideología es un producto de la mente humana o una forma de conciencia deformada, que imagina que la conciencia es autónoma y esto hace que el hombre se distancie de su base material.
La ideología tiene su origen en la división del trabajo, pero no está unida a la propiedad privada de los medios de producción.
Lo que los hombres piensan (conciencia) no es un producto de la sociedad en la que viven.
La ideología que predomina en una sociedad es siempre la de la clase dominante.
La infraestructura fundamenta todo el entramado jurídico-político e ideológico, pero sin querer, a su vez, esas superestructuras ejercen su influencia en el mantenimiento de la infraestructura económica.
Marx afirma que la violencia es la comadrona de la historia, porque sin violencia (lucha de clases) no hay progreso.
En la concepción de la historia como proceso dialéctico podemos apreciar la influencia de Hegel en Marx.
La historia no es más que el proceso de desenvolvimiento de la Idea primera, del Absoluto, que, según Marx, se manifiesta como Espíritu Absoluto de diversos modos a través del Arte, la Religión, la Filosofía, la Política…
En el materialismo histórico de Marx hay momentos en que los avances sólo se pueden desarrollar a través de contradicciones, de revoluciones.
Marx acepta los planteamientos de los ideólogos burgueses que afirman la libertad sin límites del sujeto y las revoluciones como plasmación del anhelo de libertad de los hombres.
La clase antagónica que ha surgido en el capitalismo, el proletariado, sólo puede llevar a cabo sus anhelos de una sociedad sin clases cuando se den unas condiciones materiales determinadas y adquieran la conciencia de clase.
Para Marx el socialismo debe llegar porque hay unos cuantos ideólogos que intentan llevar a la práctica sus propuestas.
Para Marx el sujeto de la historia es el hombre, el hombre concreto y real que se intenta realizar mediante el trabajo.
Marx defiende que el ser humano se hace a sí mismo en sus propias acciones y decisiones, sin realizar ningún modelo previo.
La alienación es aquel proceso o situación social por la cual el hombre se convierte en algo distinto, ajeno o extraño a lo que debería ser, a lo que le corresponde.
Marx considera la realidad como un todo que evoluciona históricamente movido por una dinámica interna similar a la dialéctica hegeliana.
Para Marx, la relación del hombre con la naturaleza no es pasivo-contemplativa sino activo-transformadora.
Para Marx, el elemento mediador entre el hombre y la naturaleza es el trabajo, a través del cual el hombre elabora los objetos que requiere para satisfacer sus necesidades vitales.
La causa de la alienación del ser humano se encuentra en las superestructuras económicas que vertebran la sociedad, y más concretamente en las relaciones de producción, que históricamente se han basado en la propiedad privada.
Todo el sistema del pensamiento marxista tenderá hacia la eliminación de la causa de la alienación económica del ser humano, con la esperanza de crear el hombre nuevo, redimido de las injusticias socio-económicas.
La izquierda hegeliana considera que no era la Idea la que estaba alienada, como mantenía Hegel, sino que los que estábamos alienados éramos los seres humanos.
Para Feuerbach, la religión no es otra cosa que la proyección en un mundo ilusorio de lo que somos los seres humanos.
El conocimiento que las personas poseemos de la realidad social e histórica en la que vivimos no está determinado por nuestra ubicación en el proceso productivo ni por las relaciones de producción en las que nos hallamos inmersos.
Frente a lo que ha defendido tradicionalmente , Marx afirma que la conciencia en ningún caso es autónoma, pues está determinado socialmente e históricamente por la estructura económica.
La ideología es una deformación inconsciente de la verdad que pretende legitimar engañosamente un orden político, económico, jurídico y social injusto.
Para suprimir la ideología primero hay que hacer desaparecer la alienación económica, ya que tiene en ella su origen.
Para Marx, no es el movimiento de la conciencia lo que pone en actividad al hombre, sino que es la actividad del hombre la que pone en movimiento a la conciencia.
Las relaciones de producción que se establecen entre propietarios y trabajadores se basan en los acuerdos que conducen a los seres humanos a encontrar la felicidad.
Marx perteneció al grupo de la derecha hegeliana.
Marx, junto con Engels, propuso lo que se denominó "socialismo utópico".
La obra en la que Marx analiza con más cuidado la plusvalía se llama "El Capital".
Los conceptos de tesis, antítesis y síntesis son importantes en la idea de la plusvalía.
El valor que una mercancía tiene en el mercado recibe el nombre de "valor de cambio".
Para Marx, la alienación que está en la base de todas las alienaciones es la alienación religiosa.
En el trabajo alienado el objeto que el trabajo produce se presenta como un poder extraño e independiente del productor.
En relación con la religión, Marx creyó que desaparecería con la crítica filosófica y la revolución social y política.
En la alienación económica el objeto se vive como algo ajeno al productor y la actividad productiva misma se vive como algo extraño al productor.
Las ideologías son las teorías que presentan la verdadera realidad del mundo.
Las ideologías son fabricadas por la clase explotada para consolarse en su situación de explotación.
Para el materialismo histórico, la parte de la sociedad que determina los cambios históricos es la supraestructura.
Karl Marx era hermano de Groucho Marx, por lo tanto era uno de los Hermanos Marx.