La información a la que tenemos acceso es una enorme telaraña que puede
encadenarse en una interlinealidad infinita. Las hiperconexiones permiten una continua elección de senderos que hacen que el camino de cada uno sea singular pues da respuesta concreta a una necesidad particular. Así, cada sujeto puede construir su propio modo de conocimiento modulando el multidimensional acceso a la multiinformación.
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