La planificación hidrológica aparece por primera vez en la legislación española tras la modificación de la ley de aguas en 1999.
La directiva marco del agua prevé dos instrumentos de planificación hidrológica: los planes hidrológicos de cuenca y el plan hidrológico nacional.
El plan hidrológico nacional fue aprobado durante el gobierno del presidente Aznar y derogado complentamente al acceder al gobierno el presidente Zapatero.
Actualmente estamos en el segundo ciclo de la planificación hidrológica prevista por la Directiva Marco del agua.
Paliar los efectos de las sequías e inundaciones ya no es un objetivo de la planificación hidrológica, desde la trasposición de la directiva marco del agua.
Según la INSTRUCCIÓN 2008 de planificiación hidrológico se considerará satisfecha la demanda urbana cuando: a) El déficit en un mes no sea superior al 10 por 100 de la correspondiente demanda mensual. B) En diez años consecutivos, la suma de déficit no será superior al 8 por 100 de la demanda anual.
La Directiva Marco del Agua tiene un rango legal superior a la actual ley de aguas española.
Los planes hidrológicos de cuenca comprenderán obligatoriamente: (…) f) Un resumen del análisis económico del uso de agua, incluyendo una descripción de las situaciones y motivos que puedan permitir excepciones en la aplicación del principio de RECUPERACIÓN DE COSTES.
La tarifa de utilización del agua es la que deben pagar los usuarios de las obras de regulación.
El índice de precipitación estandarizado “SPI” se utiliza para caracterizar las sequías.
Según el Plan Especial de Sequía de la CHG 2007, los umbrales de sequía tienen en cuenta el volumen disponible, la demanda prevista y las aportaciones esperadas para un cierto periodo de retorno.
La creciente variabilidad climática agrava los posibles escenarios de futuro, incrementando la intensidad y frecuencia de ciclos de sequía, lo que nos obliga a restringir más aún los márgenes operativos de disponibilidad de caudales.
El ahorro generado por lo procesos de regeneración y reutilización de caudales y por la modernización de redes urbanas y sistemas de riego, debe traducirse en aumento de la supuerficie regable.
Sólo las sequías de origen natural y carácter excepcional por duración e intensidad que, por tanto, no han podido preverse razonablemente justifican que se produzca un deterioro temporal del estado de las masas de agua.
El borrador del plan especial de sequía 2017 de CHG contiene directrices necesarias para gestionar la escasez estructural ocasionada por sequías prolongadas.
Si en un río, en un instante t, tenemos un valor de Ꚍ = 0.047 Pa, o menor, podemos afirmar que no hay movimiento de sedimento, según el modelo de Meyer-Peter y Müller.
La capacidad de transporte de un río puede estimarse de manera aproximada a partir de la velocidad de sedimentación.
La erodibilidad, o susceptibilidad del suelo de ser erosionado, se relaciona generalmente con la capacidad o resistencia del suelo a la erosión por flujo concentrado.
El factor de erosividad de la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo Modificada (MUSLE) tiene en cuenta el contenido de materia orgánica del suelo, además de otros parámetros edáficos.
El coeficiente de aporte, o sediment delivery ratio se define como el cociente entre la erosión total medida, en una presa, por ejemplo, y la erosión estimada a partir de la USLE.
El modelo de transporte de Yang (1973), es un modelo de carga de fondo, especialmente recomendado para granulometrías cercanas a la fracción arena.
Si un río presenta un valor del índice adimensional u^*/w_s > 0.2 podemos decir que hay movimiento.
El modelo de Brownlie (1981) es un modelo de carga total (sedimento suspendido + sedimento por carga de fondo) que se basa en la estimación de una velocidad crítica.
El coeficiente de aporte, (sediment delivery ratio) aumenta proporcionalmente con el área de la cuenca.
Los procesos de avance en cabecera de cárcava son procesos generalmente asociados a las zonas de ladera de cuenca.
El método de pérdidas del Servicio de Conservación de Suelos de EE.UU (SCS) es un método del tipo agregado.
El fundamento del método de pérdidas del SCS está en considerar un volumen de abstracción inicial y luego una intensidad de pérdidas constante.
El método del Hidrograma Unitario puede ser aplicado en cuencas con grandes almacenamientos (embalses).
La duración del impulso unitario que genera el Hidrograma Unitario debe tener una duración máxima de una quinta parte del tiempo de concentración de la cuenca donde se pretende usar (0.2 Tc).
El método de Muskingum tiene como parámetros el tiempo de viaje de la onda de avenida a través del tramo y factor de ponderación.
Para que el método de Muskingum sea estable debe cumplirse que ∆t/K sea aproximadamente 5.
Para compatibilizar los incrementos de tiempo de cálculo del HU y del método de Muskingum, se hace necesario considerar tramos de propagación más largos.
Para calcular el Q máximo por el método racional en una cuenca dividida en subcuencas, debe usarse la intensidad de lluvia correspondiente al tiempo de concentración de la subcuenca más grande de todas.
El método de propagación en embalses considera como hipótesis la lámina libre de embalse horizontal.
El cálculo de la cota de la lámina libre en un cauce o canal abierto sólo se usa en balance de energía y nunca la conservación de cantidad de movimiento.
Cuando el flujo a lámina libre es subcrítico, el cálculo se realiza desde aguas abajo, hacia aguas arriba.
En el cálculo de la lámina libre en un cauce o canal abierto, la condición de contorno de aguas arriba de calado normal es la más desfavorable independientemente de la pendiente del tramo de cauce estudiado.
Un coeficiente de Manning más alto implica mayor velocidad del agua en el cauce.
Cuando consideramos flujo unidimensional NO es posible tener en cuenta el efecto de la fuerza centrífuga en las curvas.
Todos los datos necesarios para el cálculo de la cota de la lámina libre son: geometría del cauce y caudal.