La programación del proceso enseñanza-aprendizaje es:
Un tipo de planificación de carácter táctico.
Un tipo de planificación de carácter estratégico.
Un tipo de planificación de carácter operativo.
Puede ser cualquiera de las tres en función de la magnitud de la problemática educativa abordada.
La programación:
Se debe realizar en función de lo que se ha hecho siempre y que ha funcionado bien.
Ayuda a la organización a ser coherente con los factores que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, facilitando su selectividad y, en consecuencia, la toma de decisiones.
Posibilita la adaptación a las necesidades e intereses de los profesores.
Permite que cuando el docente esté en clase pueda inventar con facilidad las actividades y recursos que ha de poner en juego en la acción educativa.
El Análisis del Grupo de Aprendizaje pretende:
Conocer a los alumnos para evaluar con precisión los objetivos formativos alcanzados una vez finalizado el curso.
Comprobar que los alumnos tienen conocimientos suficientes para poder realizar el curso.
Diagnosticar las condiciones previas individuales y sociales de los alumnos con el fin de conocer las condiciones que han de incidir en el diseño de la programación.
Identificar aquellos alumnos que darán problemas en clase con la finalidad de poder evitar los mismos.
Para el análisis del grupo de aprendizaje se han propuesto diferentes ámbitos de análisis: Situación, Necesidades e Intereses, Experiencias e Instrucción. Para hacer dicho análisis es necesario:
Recoger el máximo de información sobre todos los ámbitos para dar rigorismo al conocimiento de a quién va dirigida la acción formativa.
Establecer unos criterios de selección para la obtención de datos en cada uno de los ámbitos apuntados.
Escoger un máximo de dos ámbitos sobre los que obtener información. Es necesario no alargar temporalmente este proceso.
Recoger la información que sobre los diferentes ámbitos te quiera ofrecer cada alumno.
Establecer los objetivos de la programación favorece:
Que haya un referente para la evaluación final.
Concebir otros elementos de la programación (contenidos, medios y recursos, estrategias, etc.) y ayudar a formadores y destinatarios a definir su situación respecto a lo que se pretende alcanzar.
Dar a conocer a los posibles destinatarios si les interesa o no participar en la acción formativa.
Conocer cuál es el límite que nos permitirá aprobar o suspender al alumnado.