En el Nuevo Testamento el término “apóstol” se emplea con un solo significado e implicación.

Hay suficiente evidencia para asegurar el carácter único e irrepetible de los Doce apóstoles.

Una vez establecida la sustitución de Judas, posterior a Pentecostés no hubo esfuerzo alguno por reemplazar a ninguno de los Doce Apóstoles al momento de su muerte, ni mandamiento alguno de perpetuar el número doce

El lugar de Pablo como apóstol era semejante al de Bernabé.

Pablo aparece incluido en el grupo de los Doce Apóstoles solo en Gálatas.

Hay otros mensajeros cristianos (apostoloi) que son apóstoles en el sentido que ellos fueron enviados para ministrar a necesidades prácticas.

Las Escrituras predicen una dimensión del apostolado que incluye a todos los seguidores de Jesús.

Hay dimensiones del ministerio apostólico del Nuevo Testamento que, debido a los requerimientos prescritos, no han de tener réplica en la Iglesia de hoy.

La última vez que se hace alusión a los apóstoles originales como “los Doce”, es en Hechos 6:2.

Los apóstoles se mencionan como primeros entre las posiciones de la iglesia (1 Corintios 12:28) y entre los dones de ministerio de Efesios 4:11, debido a que son superiores a los demás ministerios.

El modelo bíblico de gobierno es el de un apóstol presidiendo a las iglesias o grupo de iglesias.

El cuadro que presenta el Nuevo Testamento, es el de un gobierno local con cierta supervisión por parte de los apóstoles y otros líderes de la iglesia, la que se ejercía en varios niveles.

Epískopos: Este vocablo tenía en el griego común de aquel entonces, el sentido de «superintendente» (tanto en el sentido seglar como religioso de la palabra) o «dirigente».

El profesor de Sectas me cae bien.