Para que un heredero pueda disponer un inmueble hereditario, deben practicarse las inscripciones que ordena el artículo 688 del Código Civil y 55 del Reglamento del Conservador de Bienes Raíces.

Las subinscripciones, consisten en anotaciones escritas al margen de la respectiva inscripción, y su finalidad es dejarla sin efecto.

El Conservador en ningún caso dejará de anotar en el Repertorio el título que se le presente, aún cuando el requirente se desista de ello.

La sentencia ejecutoriada que declara la prescripción adquisitiva del dominio sobre un inmueble, es de aquellos títulos que de conformidad al Reglamento, pueden inscribirse.

El elemento común entre la tradición y la posesión, está dada por la existencia de un título, el cual es requisito indispensable en ambas.

La posesión es la tenencia de una cosa, con ánimo de señor o dueño.

Según la Jurisprudencia predominante en Chile, la posesión es un estado de hecho protegido por el derecho.

En relación a la tradición del derecho real de herencia, es correcto señalar que la postura sustentada por don Leopoldo Urrutia, es la que mejor está conforme con la jurisprudencia de nuestros tribunales, y supone que la herencia, será mueble o inmueble, según los bienes que la conformen.

La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro, se verifica por la entrega del título hecha por el cedente al cesionario.

Es posible ser dueño de una cosa, pero no estar en posesión de ella.

La acción publiciana es aquella que le asiste al poseedor, que ha perdido la posesión regular de la cosa, y que se hallaba en vías de adquirir por prescripción adquisitiva, siendo equivalente a la acción reivindicatoria que asiste al dueño o propietario.

La inscripción, en el caso de los bienes muebles registrables es la forma de efectuar la tradición de ellos, asemejándose a la tradición del dominio de los bienes raíces.

La tradición es un modo de adquirir derivativo.

La tradición es un pago, porque al igual que este, extingue los derechos personales nacidos del título respectivo.

Si el tradente es dueño de la cosa que entrega, transferirá el dominio al adquirente, el cual además adquiere la posesión de la misma, reuniendo las calidades de dueño y poseedor.

La tradición del derecho real de servidumbre, se efectúa mediante escritura pública o privada.

La inscripción es una forma de tradición simbólica.

La principal normativa sobre saneamiento de títulos en nuestro país, está dada por el D.L 2.695.

Conforme lo estudiado, la doctrina está conteste en cuando a la sanción a aplicar por defectos de la inscripción.

En relación a la tradición de derechos litigiosos:
Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el evento cierto de la litis, del que se hace responsable el cedente.

El inciso 2° del artículo 700 contempla una presunción simplemente legal, en cuya virtud "el poseedor es reputado dueño mientras otro no justifica serlo", siendo admisible la prueba en contrario.

En relación al primer requisito de la posesión (corpus), aquella sólo consiste en la aprehensión o contacto físico con la cosa.

No existe discusión en la doctrina en cuanto a la posesión de las cosas incoporales (715 C.C) , los que consisten en derechos reales y personales.

Se discute si puede haber posesión sobre todos los derechos reales.

Es posible ser poseedor de un derecho real, pero mero tenedor de la cosa sobre la que se ejerce.

En cuanto a la posesión y su relación con el dominio, es correcto señalar que, lo normal será que el jus possidendi y jus possesionis, vayan unidos.

No es posible concebir a la posesión como una figura autónoma, independiente de la propiedad.

Según lo estudiado, es posible que la posesión recaiga también, sobre cosas indeterminadas.

En relación a la cesión de créditos personales, la jurisprudencia ha precisado que por cesión hay que entender la transferencia propiamente tal, es decir, la tradición, y no es que la cesión sea un contrato.

En relación a la sanción por infracción al artículo 688, es correcto señalar que, la postura más reciente tanto, en la jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema, como en la doctrina, es considerar que si se omiten dichas inscripciones, la inscripción que obtenga quien adquirió del heredero, adolecerá de un vicio de Nulidad Absoluta.

En la práctica cuando se detecta que los herederos han enajenado un inmueble sin haber cumplidos con las normas preceptuadas en el artículo 688, no queda otra vía que proceder a resciliar el contrato y celebrar uno nuevo, pero sólo después de haber practicado las inscripciones hereditarias.

La tradición de cuotas de una cosa singular, atiende a la naturaleza mueble o inmueble de la misma.

Todos los Registros del Conservador de Bienes Raíces son mensuales.

La principal diferencia entre el Reparo del Conservador a Inscribir y el Rechazo o negativa a hacerlo, está dada porque, respecto de la primera, aquella recae en un defecto que es subsanable, mientras que la segunda debe necesariamente recaer en algunas de las causales que señalan los artículos 13 y 14 del Reglamento del Conservador de Bienes Raíces.

Si A celebra con B un contrato, en base al cual se registró un predio a nombre del nuevo adquirente, y posteriormente se declara la Nulidad, dicha declaración generalmente no altera la situación del inmueble en el Registro.

Para efectos de la prueba de la tradición (de una cosa mueble) es aconsejable dejar constancia escrita de su realización.

Si el tradente que no era dueño de la cosa que entrega, posteriormente adquiere el dominio de ella, la transferencia al adquirente se entiende que opera desde el instante en que se hizo la tradición, operando retroactivamente.

Toda entrega es tradición.

Cuando el tradente no es dueño de la cosa que entrega, la tradición no es un modo de adquirir, sino que sirve de justo título para prescribir, en cuyo caso, el adquirente ganará con posterioridad la cosa por prescripción.

Si yo entrego una cosa a título de comodato, pero el adquirente entiende recibirlo a título de donación, entramos en el ámbito del error de la cosa tradida.

En general, en materia de compraventa se ha señalado que la tradición, sea real o ficta tiene el mismo valor comparativo.

Si paga quien no es dueño de la cosa pagada, el pago no es válido, pero si lo será respecto de la tradición, pudiendo eventualmente llegar a adquirir el dominio de la cosa por prescripción adquisitiva.

La tradición de un bosque, situación frecuente y habitualmente de valor económico importante, se puede efectuar por alguna de las formas del artículo 684 o por la indicada en el artículo 685 inciso 1°

Nuestra legislación civil, permite la tradición sujeta a modalidades de manera expresa.

Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde que haya plazo pendiente para su pago; incluso cuando intervenga decreto judicial a favor.

En relación a la tradición de los muebles por anticipación, es correcto señalar que aquella se verifica en el momento de la separación de estos objetos.

Artículo 695: "Un reglamento especial determinará en lo demás los deberes y funciones del Conservador, y la forma y solemnidad de las inscripciones".
Dicho Reglamento es el actual Reglamento del Registro Conservatorio de Bienes Raíces.