La educación es un proceso integral de desarrollo de las potencialidades del ser humano.
Las experiencias de aprendizaje “tejen redes neuronales” en el pensamiento del niño.
Un facilitador comprometido con enseñar, escucha con empatía.
Para un mejor aprendizaje, el aprendizaje debe ser significativo, es decir, conectarse con los conocimientos previos de los estudiantes.
Tomar en cuenta los estilos de aprendizaje es fundamental para no dar oportunidades a todos los estudiantes.
La motivación permite que se supere cualquier dificultad en el aprendizaje.
Para que el estudiante aprenda es importante que lo que aprende se cubra sólo la refacción escolar.
Los trastornos de aprendizaje son imposibles de solucionar, por lo que los estudiantes afectados deben ser aislados.
Tener un clima agradable de aula, respetuoso pero alegre, sirve para facilitar el proceso educativo.
Los procesos de percepción, atención y memoria son vitales en los procesos de construcción del pensamiento.
Un portafolio de aprendizaje se construye paralelamente ampliando lo que se aprende consigo mismo, los materiales, el texto, con el facilitador y con el grupo.
La desnutrición influencia en el desarrollo evolutivo de los niños al punto que posiblemente se tengan problemas de rendimiento escolar.
Los estudiantes con dificultades de aprendizaje pueden mejorar mucho con un poco de atención especial.
Los estudiantes con dificultades de aprendizaje pueden mejorar mucho con actividades remediales y el apoyo del facilitador en el aula.
La Psicopedagogía tiene la responsabilidad de promover mejores procesos de aprendizaje rediseñando los procesos de aprendizaje y de enseñanza.
El aprendizaje significa lo mismo que memorizar datos, fechas, lecciones y conocimientos.
Tener un buen material de apoyo significa que ha sido diseñado para distintos estilos de aprendizaje con metodologías mejoradas.
Los métodos y técnicas que utiliza el facilitador en las experiencias de aprendizaje deben tomar en cuenta sólo el contexto y la cultura étnica con que se trabaja.
Reconocer los esfuerzos de todos los niños es buena actitud del facilitador porque estimula a los que se esfuerzan.
La familia y la comunidad están comprometidos a involucrarse en la dinámica de la escuela para dar apoyo a todos los niños sin distinción.