Se denominan las nuevas siete maravillas del mundo a los monumentos que resultaron ganadores en un concurso internacional, inspirado en la lista de las siete maravillas del mundo antiguo y realizado por una empresa privada de nombre New Open World Corporation.
La iniciativa partió del empresario suizo Bernard Weber, fundador de la empresa
Las siete maravillas del mundo conocido por los griegos helenísticos, fueron seleccionadas por Maerten van Heemskrerck en el siglo XVI en una serie de siete cuadros, uno para cada obra.
Previamente autores como Filón de Bizancio, Antípatro de Sidón, Gregorio Nacianceno o Beda el Venerable, entre otros, habían confeccionado sus respectivos listados.
La votación fue pública. Los participantes debieron registrar un correo electrónico en el sitio web de la corporación y elegir sus candidatos favoritos.