La gamificación permite que los estudiantes participen en la creación de una comunidad de aprendizaje, pudiendo experimentar con libertad y ❌ en un entorno agradable (Brull & Finlayson, 2016).

De este modo, el estudiante se enfrenta a la tarea no como un trabajo, sino como una ❌ que conecta con su centro de interés (Sánchez, Cañada & Dávila, 2017), lo que favorece su compromiso hacia el estudio y el desarrollo de un aprendizaje más significativo (Prieto, 2018).

El desarrollo de estrategias didácticas de gamificación debe ser transversal a proceso didáctico planteado por el profesorado, lo cual requiere de un análisis inicial que examine el punto de partida de los agentes educativos implicados: ❌.