En el análisis morfológico ¿se hace hincapié en las características geométricas (sección, volumen, largo, ergonomía, etc.) del objeto?
En el análisis estructural ¿se analiza para qué sirve el producto y para qué fue inventado?
En el análisis relacional ¿se propone establecer las vinculaciones del producto con su entorno, es decir, evaluar las conexiones entre el producto y su contexto?
En el análisis de funcionamiento ¿se pretende establecer para qué sirve el producto, para qué fue inventado?
En el análisis comparativo lo más importante ¿es identificar los materiales que componen el producto, las herramientas y/o máquinas utilizadas y las técnicas empleadas para su construcción?
En el análisis morfológico una pregunta posible de realizar es:
¿Cómo está elaborado y de qué materiales?
¿Cuáles son sus elementos y cómo se relacionan?
¿Qué forma tiene?
¿En qué se diferencia de objetos equivalentes?
En el análisis estructural una de las preguntas posibles de realizar es:
¿Cómo está vinculado a la estructura sociocultural y a las demandas sociales?
En el análisis de funcionamiento una pregunta posible de realizar es:
¿Qué función cumple?
¿Cómo funciona?
En el análisis tecnológico corresponde mencionar cada una de las partes que componen el objeto y como se relacionan éstas entre sí. Para realizar el listado de componentes, si es necesario, se procederá al despiece del objeto.
Al análisis de funcionamiento conviene efectuarlo junto con el análisis estructural.
En el análisis comparativo se trata de estableces diferencias y similitudes entre nuestro producto con otros que cumplen la misma función.
El análisis económico se propone establecer las vinculaciones del producto con su entorno.