La Iglesia

Los Sacerdotes

La Biblia o Sagrada Escritura

Es una metáfora que indica que nuestra alma no muere, porque es inmortal.

Que volveremos a tener un cuerpo en la vida futura, pero será otro distinto al que tenemos, porque el nuestro ya estará descompuesto.

Que mi cuerpo, muerto y descompuesto, volverá a la vida, uniéndose de nuevo a mi alma inmortal.

Porque concibió a Jesús en su vientre.

Porque no tuvo mas hijos.

Porque fue concebida sin pecado.

Dios es trino, esto es, tres dioses que obran unidos.

Padre, Hijo y Espíritu Santo son un solo Dios.

Dios tiene tres formas de presentarse a los hombres: Padre, Hijo y Espíritu Santo; son características de una única persona divina.

Consagración

Comulgar

Ofertorio

Un pecado de soberbia.

Un pecado de gula por comer una manzana.

Un pecado de ignorancia.

Porque la autoridad romana no admitía que predicara a un Dios que hiciera sombra al César.

Porque las autoridades judías consiguieron que fuera crucificado en contra de su voluntad de seguir predicando la venida del Reino de Dios.

Porque quiso ser fiel al plan que Dios Padre tenía de salvar a todos los hombres.

Son los libros que hablan de Dios.

Es el conjunto de libros, que inspirados por el Espíritu Santo transmiten el mensaje de Dios.

Es el antiguo testamento que escribieron los patriarcas.

Esperanza

Fe

Caridad

La naturaleza.

En comunidad.

El templo, junto al Sagrario.

Es la condición de alejamiento de Dios y de inclinación al mal con el que nacemos.

Es la condición de alejamiento de Dios y de inclinación al mal con que fueron creados nuestros primeros padres.

Es la condición de alejamiento de Dios y de inclinación al mal que tenemos al llegar a la edad de la razón.

Cumpliendo la voluntad de Dios.

Vendiéndolo todo y dándolo a los pobres.

Viviendo la pobreza, la obediencia y la castidad.

Acudiendo al sacramento de la penitencia y acusándonos ante el sacerdote de las faltas cometidas desde la última confesión.

En nuestra oración personal, sin necesidad de que se entere nadie más: es un asunto entre Dios y cada pecador.

Cuando estemos en peligro de muerte.