El TAT es una técnica para la investigación de la dinámica de la personalidad tal y como se manifiesta en las relaciones interpersonales y en la apercepción o interpretación significativa del ambiente.

En el TAT se les pide a los sujetos que hagan relatos sobre algunas de las 31 láminas con las que se supone que muestran su apercepción personal, individual, de los estímulos intencionalmente ambigüos.

El TAT es la segunda prueba utilizada después del Rorschach.

El hecho de que las láminas sean más grandes podría despertar más empatía del evaluando hacia las láminas.

El hecho de que hayan diversas culturas, provoca que el TAT tenga que adaptarse a estas situaciones.

El TAT en su aplicación es compleja y a la hora de interpretarlo se requiere poco tiempo, ya que es de fácil interpretación por el uso del manual de registro.

Si se requiere hacer un diagnóstico diferencial o si el cliente entrará a una psicoterapia profunda el TAT es el test más indicado.

Está la posibilidad de que en una prueba aparezcan problemas que en otras no aparecen, aún cuando en principio deberían proporcionar la misma información.

El criterio para la selección de baterías debería ser el de que las pruebas incluidas descubran la estructura de la personalidad y su dinámica por diferentes medios.

El TAT es una prueba de contenido. Más que cualquier otra prueba en uso actual, muestra la verdadera dinámica de las relaciones interpersonales.

El TAT y Rorschach pueden considerarse con dificultad como técnicas competitivas o excluyentes.

El autor menciona que muchas neurosis de carácter pueden describirse con más facilidad en términos de un estilo de vida defensivo, adaptado a metas neuróticas y ciegamente repetitivas.

El estudio del carácter implica un estudio de las defensas.

En el inconsciente hay impulsos, por ejemplo de destrucción hacia la madre, pero el niño en la vida real se comporta de manera bondadosa con ella. Esto sería un caso del mecanismo de formación reactiva.

La anulación se relaciona con la formación reactiva. Se trata de un defensa en la que una conducta primaria el sujeto intenta repararla con una opuesta. Se da en casos por ejemplo de los síntomas compulsivos.

Hay un mecanismo que es importante en la neurosis compulsiva y es el de devaluación. Aquí el paciente no ha olvidado su trauma patógeno, pero ha perdido la huella de sus conexiones y el significado emocional de dichos traumas. El caso especial más importante de este mecanismo de defensa es el aislamiento de una idea de la catexia emocional que en el pasado estuvo conectado con ella. El paciente permanece tranquilo mientras discute los temas más excitantes.

Las desilusiones muy intensas y repentinas, y también los peligros, pueden provocar regresiones aun en sujetos sin fijaciones intensas y se da más en niños que en adultos, puesto que la organización del yo del niño es más débil que la del adulto.

En el desplazamiento: la ansiedad despertada por cierta situación, persona, cosa, etc, se desplaza hacia algo distinto. Por ejemplo en el TAT se observa en el uso del tiempo y lugares distantes y porque se adjudican los problemas a otros personajes de la historia que no es el héroe, así como porque cambia la naturaleza de la ansiedad.

En la autoaplicación: el sujeto ve una lámina a la vez y escribe inmediatamente, esto puede hacerlo en la consulta o en su casa. Es conveniente que el sujeto escriba su historia en 300 palabras tan espontáneamente como le sea posible.

Lo inconveniente de la autoaplicación sería que podría no haber espontaneidad en el sujeto, incapacidad para controlar la extensión de las historias y falta de oportunidad para intervenir si el sujeto comienza a mostrar falta de cooperación para responder.

Por razones prácticas se ha hecho costumbre utilizar sólo 10 o 12 láminas. Ëstas deben seleccionarse de manera que resulten las más indicadas para proporcionar la información necesaria sobre los problemas que existen en el paciente.

EL TAT tiene un proceso bastante complejo. La relación entre examinador y examinando es muy importante para la riqueza de las respuestas y Murray declara que 300 palabras deben ser en promedio para cada historia.

La relación entre examinador y examinando es semejante a la de la situación trasnferencial. Además, la empatía es una palabra adecuada, pues el examinador debe mostrar interés, aunque no en exceso, porque el sujeto puede sentir que está ahí por interés del psicólogo, El clínico debe ser amistoso, pero no en exceso para no despertar angustia homosexual o heterosexual en el paciente. La mejor atmósfera es la que el paciente siente que él y el clínico están trabajando juntos con seriedad en algo muy importante que le ayudará y no que le amenazará.

Si el paciente se siente perseguido por el terapeuta, puede que las respuestas sean acotadas y que no revelen mucha información.

El hecho de que el paciente utilize un concepto sustituto en vez del original puede que sea tan revelador como la respuesta suprimida y que además nos proporcione información acerca de las defensas.

Las respuestas deben verse como el resultado del impulso original más la representación del superyó.

Murray sugiere que se deje al paciente mirar la lámina solo 10 segundos., después de los cuáles hará su historia, evitando la descripción.