La Teología de Martín Lutero

Lutero inicio su vida monástica en el año:

Causas que afectaron permanentemete la salud de Lutero años posteriores a su ingreso en el monasterio.

Cuando Lutero salió de la ciudad de Roma lo hizo con una fe profunda de que los medios de salvación ofrecidos por la Iglesia eran en realidad válidos.

[blank_start]Whitenberg[blank_end] es la ciudad donde Lutero conoció a su compañero de orden y superior Johann von Staupitz, hombre comprensivo y erudito, capaz de escuchar las dudas y temores de Lutero sin sentirse obligado a condenarle.

Ante las dificultades de confesar todos su pecados, Staupitz le sugirió a Lutero que estudiase a los místi­cos alemanes, ya que existía allí otro modo de salvación que descansaba, no en el perdón de los pecados individuales, sino sencillamente en confiar toda la vida y todo el ser a Dios.

Los místicos decían que el camino que lleva a la salvación era sencillamente entregarse al amor de Dios, y Lutero tenía que confesar que su más profunda reacción ante el Señor Santísimo, que requería de él una santidad que él no podía lograr, no era de amor, sino más bien de [blank_start]odio[blank_end].

Libro cuyo estudio le dió a Lutero los primeros rayos de esperanza sobre la posibilidad de encontrar respuesta a cómo puede alguien como él, que se sabe pecador injusto, sátis­facer las demandas del Dios Santísimo que es todo justicia.

Desde que perspectiva interpretaba Lutero el libro de los Salmos.

Lutero creía que el ser humano no llega a ser justo porque hace obras justas, sino que, tras haber sido hecho justo, hace obras justas

Con el conocimiento y aprobación de Martín Lutero, las noventa y cinco tesis, escritas originalmente en latín por tratarse de un documento académico, fueron tradu­cidas al alemán, impresas y profusamente distribuidas por todo el país.

Orden monástica a la que Martín Lutero pertenecía:

En el 1519, en un debate en Leipzig con Juan Eck de Ingolstadt, Lutero llegó a declarar que la autoridad de la Biblia es superior a la de los papas y concilios, y que tanto algunos concilios como algunos papas han errado.

Tratado(s) importante(s) que Lutero escribiera en el año 1520:

En [blank_start]la cautividad babilónica[blank_end], Lutero atacó el sistema sacra­mental de la iglesia. Según este tratado, hay sólo tres sacramentos: el bautismo, la eucaristía, y la penitencia. En él se negaba la transubstan­ciación y el sacrificio de la misa. También insistía en el sacerdocio de todos los creyentes, que ya había expuesto.

En el tratado sobre [blank_start]la libertad cristiana[blank_end], Lutero exponía su manera básica de entender la vida cristiana.

[blank_start]La teología de la gloria[blank_end] se interesa ante todo en Dios en su propio ser y en su gloria.

[blank_start]La teología de la cruz[blank_end] ve a Dios tal como éste se esconde en su sufrimiento.

La razón por la que Lutero insistía en la autoridad de las Escrituras era su convicción de que la tradición había caído en el error, y que debía ser llamada de nuevo al verdadero sentido del evangelio por la autoridad de las Escrituras, que se encuentra por encima de la tradición, de la iglesia, de los teólogos, y del propio Lutero.

Lutero rehazó la apostolicidad de los libros:

Cuando Lutero dice que la Biblia debe ser su propio intérprete quiere decir que el mensaje central de la Biblia, el evangelio, es la clave de su interpreta­ción.

Para Lutero la [blank_start]ley civil[blank_end] es aquella que pone freno a los malvados, y provee el orden necesario tanto para la vida social como para la proclamación del evangelio.

Para Lutero la [blank_start]ley teológica[blank_end] es la que nos muestra la enormidad de nuestro pecado.

La dialéctica entre la ley y el evangelio es el punto central de la teología de Lutero, sin el cual sus enseñanzas acerca de temas tales como la justificación, la predestinación y la ética no se pueden entender.

La justificación según Lutero es el decreto de absolución que Dios pronuncia sobre el pecador, declarán­dole justificado a pesar de su pecaminosidad.

Lutero ha sido descrito frecuentemente como un profeta del [blank_start]individualismo[blank_end] y proponente de una comunión directa y personal con Dios, aparte de la iglesia.

Para Lutero la autoridad suprema en la vida de la iglesia es:

La doctrina del sacerdocio universal de los creyentes es la fuerza, según Lutero, que une a la iglesia, la concibe, al mismo tiempo que la libera de toda sujeción a cualquier autoridad jerárquica.

El modo en que Lutero veía la relación entre la iglesia y el estado se expone corrientemente como la doctrina de:

La doctrina de los dos reinos es el principio de la ley y el evangelio aplicado a la vida diaria del ser humano dentro de su situación histórica.

La doctrina de los dos reinos de Lutero deben identificarse con la iglesia y el estado.