Frage
"LA IRONÍA VIRAL DE LOS MEMES"
Dora A. Ayora
Revista Nexos, 10 de abril de 2015.
[1] Es imposible no reír a carcajadas al ver a Anastasia y Griselda –las hermanastras de Cenicienta- con la
leyenda “A ver si nos pescamos al Harry” a propósito del reciente viaje de Peña Nieto con su familia a
Inglaterra.
[2] Cuando uno logra sobreponerse al ataque de risa entonces puede pensar en el ingenio que se requiere
para hacer un meme, en quién será la persona que está detrás él y si acaso no tienen nada más qué
hacer. ¿Qué ha hecho tan populares a los memes? ¿Dicen algo de la cultura contemporánea?
[3] Mientras los avances tecnológicos, médicos y las políticas de salud han aumentado la esperanza de vida
en todo el mundo -en general 81 años para hombres y 87 años para mujeres, según la Organización
Mundial de la Salud- paradójicamente lo que nos rodea dura mucho menos tiempo. Una licuadora, un
coche, los muebles de tu casa, un novio y un matrimonio, son ahora casi desechables. La vida ya no es
ese largo periodo en el que crecemos, nos reproducimos y morimos; parece una cadena de
acontecimientos breves que se unen unos con otros. Vivimos épocas donde las cosas necesitan ser
rápidas. No nos gusta esperar. Tenemos prisa. Los dispositivos electrónicos se actualizan a tal velocidad
que cuando nos acostumbramos a la 3ª versión ya salió la 4ª y se especula sobre la 5ª.
[4] Esta evolución de la cultura va de la mano con modos de lenguaje y comunicación que son congruentes
con la dinámica social. Los memes, como lenguaje y fenómeno lingüístico, ayudan a construir esta
cultura de lo concreto y veloz. Son ejemplo de los modos sociales de comunicación que favorecen esta
transformación cultural.
[5] Aplicada a la comunicación y vista como una forma de lenguaje, la memética -se refiere a la mezcla de
las palabras memoria y mímesis (imitación) -describe para mí ese aspecto “concreto y veloz” de la
cultura contemporánea. Nos comunicamos con mensajes breves y concisos transmitidos en forma visual a
través redes sociales, blogs, correo electrónico y noticias, leyendo desde una computadora, una tablet o
un teléfono celular. Si pienso en su función social, parece que más que la veracidad del mensaje su
intención primordial es decir algo irónicamente y hacerlo viral.
[6] Lo memes nos ofrecen crítica irónica, reflexión sarcástica, lamentos burlescos, propaganda venenosa,
son como un murmullo hiriente de la posmodernidad que se propaga a velocidades virulentas en las
redes, haciéndonos reír y participar de una dinámica social, de una comunicación sin medida que parece
no tener una finalidad clara. Al ser anónimos, dan libertad para decir lo que uno quiera, sin miedo a la
censura. Permiten burlarse grotescamente de las autoridades, quejarse de los políticos, ridiculizar las
injusticias de un partido de futbol o simplemente hacer un chiste de algo cotidiano.
[7] Pero ¿qué logran? ¿Son sólo una manera de comunicar? ¿Esperamos que tengan más trascendencia? ¿Son
un desahogo para burlarnos del mundo que vivimos? ¿Esperamos que generen una verdadera conciencia y
cambio social? ¿O son, simplemente, diversión y pasatiempo contemporáneo?
[8] Como proceso creativo, hacer memes no precisa solamente de una buena frase acompañada de una
imagen. Necesita de un especial sentido del humor, un humor que se actualiza, un humor de lo que
ocurre diariamente. Para crear, necesita de un ánimo que entiende cómo es el mundo actual, una
habilidad extraordinaria para pensar y comunicar de manera simple y breve.
[9] Si la gente en la actualidad se comunicara con memes imaginemos cómo cambiaría drásticamente
nuestra forma de relacionarnos y de aprender. ¿Cómo le hacen los padres para comunicarse larga y
detalladamente con sus hijos adolescentes que tienen un lenguaje basado en memes? ¿Qué pasa con el
amor entre las parejas y cómo resuelven sus diferencias si alguno de ellos solo piensa en memes? ¿Cómo
discuten inteligentemente y promulgan leyes los legisladores si solo piensan en memes? Y si se usan como
método didáctico, ¿cómo fomentar la lectura de grandes obras literarias y el diálogo académico si las
nuevas generaciones se comunican con memes?
[10] Con esta forma de comunicación ganamos un nuevo tipo de crítica y conciencia social: la ironía viral, que
además de creativa, es divertida y se propaga a toda velocidad. Pero también perdemos riqueza en el
lenguaje, en el diálogo y en el entendimiento mutuo y favorecemos modos de
ensañarnos perspectivas y modos de vivir. A la larga ¿en qué convertiremos a los memes? ¿En una tendencia
comunicativa más que se esparce como virus y que morirá tan rápido como se propaga, o en una forma
de comunicación con trascendencia social, que llegó para quedarse y retar continuamente nuestra
necesidad de diálogo, entendimiento y acción, en pro del cambio social?
Según el texto, es el elemento esencial para la creación de los memes: