La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo

En las tierras que se encuentran al norte del lago Titicaca, unos hombres (VIVIR) [blank_start]vivían[blank_end] como bestias feroces. No (TENER) [blank_start]tenían[blank_end] religión, ni justicia, ni ciudades. Estos seres no (SABER) [blank_start]sabían[blank_end] cultivar la tierra y (VIVIR) [blank_start]vivían[blank_end] desnudos; (REFUGIARSE) [blank_start]se refugiaban[blank_end] en cavernas y (ALIMENTARSE) [blank_start]se alimentaban[blank_end] de plantas, de bayas salvajes y de carne cruda. Inti, el dios Sol, (DECIDIR) [blank_start]decidió[blank_end] que (HABER) [blank_start]había[blank_end] que civilizar a estos seres. Le (PEDIR) [blank_start]pidió[blank_end] a su hijo Ayar Manco y a su hija Mama Ocllo descender sobre la tierra para construir un gran imperio. Ellos enseñarían a los hombres las reglas de la vida civilizada y a venerar al dios creador, el Sol. Pero antes, Ayar Manco y Mama Ocllo (DEBER) [blank_start]debían[blank_end] fundar una capital. Inti les (CONFIAR) [blank_start]confió[blank_end] un bastón de oro y les (DECIR) [blank_start]dijo[blank_end] esto: "Desde el gran lago, adonde llegarán, marchen hacia el norte. Cada vez que se detengan para comer o dormir, planten este bastón de oro en el suelo. Allí donde se hunda sin el menor esfuerzo, ustedes construirán Cuzco y dirigirán el Imperio del Sol". La mañana siguiente, Ayar Manco y Mama Ocllo (APARECER) [blank_start]aparecieron[blank_end] entre las aguas del lago Titicaca. La riqueza de sus vestimentas y el brillo de sus joyas (HACER) [blank_start]hicieron[blank_end] pronto comprender a los hombres que ellos (SER) [blank_start]eran[blank_end] dioses. Temerosos, los hombres los (SEGUIR) [blank_start]siguieron[blank_end] a escondidas. Ayar Manco y Mama Ocllo (PONERSE) [blank_start]se pusieron[blank_end] en marchar hacia el norte. Los días (PASAR) [blank_start]pasaron[blank_end] sin que el bastón de oro se hundiera en el suelo. Una mañana, al llegar a un bello valle rodeado de montañas majestuosas, el bastón de oro (HUNDIRSE) [blank_start]se hundió[blank_end] dulcemente en el suelo. (SER) [blank_start]Era[blank_end] ahí que (HABER) [blank_start]había[blank_end] que construir Cuzco, el "ombligo" del mundo, la capital del Imperio del Sol. Ayar Manco (DIRIGIRSE) [blank_start]se dirigió[blank_end] a los hombres que los (RODEAR) [blank_start]rodeaban[blank_end] y (COMENZAR) [blank_start]comenzó[blank_end] a enseñarles a cultivar la tierra, a cazar, a construir casas, etc… Mama Ocllo, por su parte, (DIRIGIRSE) [blank_start]se dirigió[blank_end] a las mujeres y les (ENSEÑAR) [blank_start]enseñó[blank_end] a tejer la lana de las llamas para fabricar vestimentas. Les (ENSEÑAR) [blank_start]enseñó[blank_end] también a cocinar y a ocuparse de la casa… (SER) [blank_start]Fue[blank_end] así que Ayar Manco -devenido Manco Cápac- en compañía de su hermana Mama Ocllo -convertida en su esposa- (SENTARSE) [blank_start]se sentó[blank_end] en el trono del nuevo Imperio del Sol. A partir de aquel día, todos los emperadores Incas, descendientes de Manco Cápac, (GOBERNAR) [blank_start]gobernaron[blank_end] su imperio.