Erstellt von Lauro Feliciano Velásquez Alva
vor etwa 4 Jahre
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Frage | Antworten |
Las representaciones sociales de la dependencia | En las sociedades donde la autonomía individual y la igualdad entre personas constituyen las normas morales y políticas dominantes, es necesario conocer diferentes conceptos sociales de dependencia . |
1. Pensar la dependencia | Es una noción compleja y multiforme, susceptible de ser concebida en distintos planos y que se manifiesta durante la primera infancia, la vejez y la enfermedad. No somos autosuficientes y dependemos de los demás, de su disponibilidad, de su atención y de su trabajo, para la satisfacción de nuestras necesidades de orden tanto fisiológico (beber, comer, dormir) como emocional (necesidad de cariño, de amor, de reconocimiento) |
2.La noción de dependencia funciona como un estigma, y, paralelamente, la dependencia sería percibida como la señal de una anomalía | En modelo político o jurídico de la dependencia, es comprendida como una forma de sometimiento que limita la capacidad de acción. Esta concepción expresa una desconfianza hacia las relaciones de dependencia y se fundamenta en la idea según la cual las relaciones de igualdad deben prevalecer en el ámbito moral y político. Los individuos considerados como dependientes serían reducidos a sus incapacidades y, paralelamente, la dependencia sería percibida como la señal de una anomalía. |
3. La dependencia como incapacidad | Es “el estado de la persona que, a pesar de la atención que puede recibir, necesita ser ayudada para la realización de los actos esenciales de la vida, o requiere una vigilancia regular”, comprendida como un efecto de la edad avanzada y la resultante de las deficiencias físicas y mentales a las que daría necesariamente lugar. Para el individuo, significaría una pérdida de autonomía, que convertiría la ayuda de terceras personas en necesaria, y la vigilancia, en legítima. Para el entorno, significaría la necesidad de recurrir al alojamiento o a una ayuda muy importante. Y para la sociedad, sería sinónimo de un incremento del gasto público(Ennuyer, 2004). Así, la dependencia, individualizada y naturalizada, habría sido construida progresivamente como un problema específico. |
4. La dependencia como síntoma del fracaso | En esta dependencia el pobre vive de la asistencia, el colonizado, el esclavo o el ama de casa que depende de su marido encarnan las diversas figuras de la dependencia y constituyen, como otros tantos, la faceta negativa de la independencia del trabajador asalariado. Las políticas sociales han sido definidas en el marco de un sistema de dos vías: La primera abarca los programas que garantizan unas indemnidades de desempleo y unas pensiones de jubilación como justa retribución por el hecho de haber cotizado. La segunda abarca programas que ofrecen asistencia a los más pobres, repartiendo recursos derivados de los impuestos. Pero es únicamente en el segundo caso en el que los beneficiarios han sido considerados como ‘dependientes’ o ‘asistidos’. |
5. Feminización y etnización de la dependencia | En la era preindustrial, abarcaba una condición mayoritaria que no estaba infravalorada como tal, posteriormente, para designar el estatus de ciertos grupos o ciertas categorías consideradas como desviadas. Como subrayan Fraser y Gordon, la individualización de la dependencia se acompañada de una potenciación de su ‘psicologización’ y moralización. Todo acontece como si las relaciones sociales de dependencia estuviesen ‘absorbidas’ en la personalidad, o hipostasiadas como características de grupos o de individuos. Las figuras positivas de la dependencia desaparecen progresivamente, señalando a la vez la imposibilidad de justificar la dependencia en sus dimensiones política y jurídica, y la promoción de un ideario de independencia respecto al cual las relaciones de dependencia físicas, sociales y emocionales se convierten en incomprensibles, y las personas dependientes devienen invisibles y desviantes. |
La oposición entre independencia y dependencia | Está asociada, por lo tanto, a toda una serie de oposiciones que se encuentran en el centro del universo cultural de las sociedades modernas (entre masculino y femenino, público y privado, trabajo asalariado y trabajo doméstico, individuo y comunidad, economía y familia). |
6. Desempleo, precariedad laboral y dependencia | Muchos puestos de trabajo procuran un salario que no permite satisfacer sus necesidades y unos empleos, precarios y a tiempo parcial, que favorecen una dependencia del empleado con respecto al empleador. Young pone de manifiesto esta retorica y de sus dos principios fundamentales: la reducción del trabajo al empleo y la ecuación entre ‘tener un empleo’ y ‘ser autosuficiente’. De ahí que al trabajo dificulte cualquier posibilidad de rechazar un empleo, sean cuales sean sus condiciones, y convierte el acceso a la formación y al aprendizaje en un privilegio. Además, la infravaloración del trabajo doméstico y la marginación de aquellos que, en virtud de su edad o de una discapacidad, no pueden trabajar tanto tiempo como los demás, ni ser tan móviles. La dependencia es percibida negativamente,mientras que las situaciones de dependencia,sean físicas como en el caso de la discapacidad o sociales como en el caso de la asistencia dejan abierta la posibilidad de una autonomía personal comprendida como capacidad para definir los objetivos y proyectos sin padecer la dominación de terceros. |
Conclusión | Esta promoción oculta, evidentemente, el hecho de que la relación salarial constituye asimismo una forma de dependencia y no permite necesariamente alcanzar la autosuficiencia, que constituye la principal dimensión de esta concepción reductora de la autonomía. Así, tanto los beneficiarios de la asistencia como las personas mayores son, al no poder participar en el mercado laboral y en la esfera productiva, redefinidos como una carga. Es decir ,dependientes. |
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