Libro de Buen Amor

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Conjunto de fichas de los contenidos del libro trabajados
clozanoalcacer
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Trece amoríos de Juan Ruíz 1. Una nobleza de oro y seda. 2. Cruz, la panadera. 3. Mujer de buen linaje y mucha nobleza. 4. Endrina, una viuda rica. 5. Una niña de pocos días. 6. Chata de Malangosto. 7. Gadea de Río Frío. 8. Menga Lloriente, la boba. 9. Aldara, la monstruosa. 10. Una viuda rica. 11. La rezadora del día de San Marcos. 12. Garoça, una monja. 13. Una mora.
Historia del hijo del rey Alcaraz Desde la antigüedad se ha considerado a la astrología una ciencia muy exacta que dirige los designios del futuro de una persona. Para que el lector se crea esto, nos relata la historia del hijo del rey Alcaraz. "Cuenta la historia que cuando el rey Alcaraz supo que iba a tener un hijo llamó a cinco sabios que le dijeran el signo bajo el que nacía. Sin embargo, los cinco sabios diferían en sus predicciones: el primero decía que apedrearían a su hijo; el segundo, que se quemaría; el tercero, que se despeñaría; el cuarto, que se colgaría; y el quinto, que se ahogaría. Como eran todos distintos, el rey los tomó por mentirosos y los encarceló. Un día, cuando el hijo creció, le pidió que le dejara irse de caza, pero en mitad de ella empezó a granizar (apedreado). Luego le cayó un rayo encima mientras pasaba por un puente (quemado) cayendo hacia un río (despeñado). Se intentó coger a un árbol (colgado) pero al final cayó al río y murió (ahogado). El rey soltó a los cinco astrólogos, lamentando que desgraciadamente estuvieran en lo cierto.". El arcipreste nos dice que pese a que no es experto en la materia, día a día ve su poder. Sin embargo, lo considera inferior al poder de Dios. Justifica sus amoríos diciendo que nació bajo la influencia de Venus y termina reflexionando acerca del poder que tiene el amor para nublar lo que vemos y escondernos la verdad. También dice que no hay que rendirse con las mujeres porque el tiempo hace que sucumban al poder de los hombres.
Pecado de la codicia. Fábula del alano que llevaba un pedazo de carne en la boca El arcipreste nos describe la codicia como la raíz de todos los demás pecados. Corrompe al hombre y lo destruye acabando con el bien que tiene dentro. Para ilustrarnos, nos cuenta la fábula del alano que llevaba un pedazo de carne en la boca. "Cierto día paseaba un alano con un pedazo de carne en la boca por un río. Su reflejo en el agua le hizo creer que había otro trozo, y al intentar cogerlo, perdió el que ya tenía.". De esta forma nos hace ver que los codiciosos pueden terminar perdiendo lo que ya tienen.
Pecado de la soberbia. Fábula del caballo y el asno La soberbia es un pecado que hace caer y perder a aquellos poderosos que cometen por ello maldades. Para ejemplificar esta enseñanza, nos cuenta la fábula del caballo y el asno. "Cuenta la historia que había una vez un caballo poderoso que se dedicaba a espantar al resto de los animales. Un día embistió en una cuesta a un trabajador asno y se rió de él. Pero un día fue herido con una lanza en el campo de batalla y perdió su poder, sirviendo ya solo para realizar duros trabajos. El asno se lo volvió a encontrar y se rió de su maltrecho estado, preguntándole que dónde estaba su soberbia ahora.". Así, el arcipreste nos recuerda que el poder, la honra, la salud... no son valores eternos, si no que se van con la juventud.
Pecado de la avaricia. Fábula del lobo, la cabra y la grulla. Al ser humano le corrompe la avaricia: se alegra al tomar, pero no le gusta tanto dar, aunque los mandamientos lo pidan. Pero advierte que el día del juicio final, Dios no tendrá en cuenta quien tiene más o menos. Para explicarlo, nos cuenta la historia del lobo, la cabra y la grulla. "Cierto día un lobo merendaba una cabra y se le quedó atrapado un hueso en la garganta. Prometió al que se lo sacara grandes riquezas. Llegó la grulla y le sacó con su pico el hueso, sin embargo el lobo no le quiso pagar y le dijo que podía agradecer que no le comiera.". El arcipreste recuerda así que a los avariciosos solo les ocurrirán cosas malas.
Pecado de la lujuria. Ejemplo del águila y el cazador La lujuria es un pecado presente allá donde vas que provoca homicidios y destruye ciudades, provoca deshonras y vergüenzas. Juan Ruíz nos cuenta para explicarnoslo el ejemplo del águila y el cazador. "Cierto día había un águila posada sobre un haya y fue asaeteada por un ballestero con flechas emplumadas con sus plumas. Mientras caía se fijó en la flecha y tubo el siguiente pensamiento: de mí salió quién me mató.". Así, el arcipreste nos dice que quien comete lujuria luego se arrepiente.
Pecado de la envidia. Fábula del pavón y la corneja De la envidia nacen los celos, y de los celos nace el rencor. Fue precisamente la envidia lo que provocó la muerte de Jesucristo. Para enseñarnos esto, nos cuentan la fábula del pavón y la corneja. "Cierto día, la corneja quiso imitar al pavón y por ello se desplumó y se vistió con sus plumas, pero fue descubierta por el pavón y tirada al barro.". El autor nos dice que quien quiere lo que no es suyo, lo suyo y lo ajeno perderá.
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