SEGUIMIENTO AL DESARROLLO INTEGRAL DE LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS EN LA EDUCACIÓN INICIAL
El seguimiento al desarrollo integral en la educación inicial
Mecanismos para realizar seguimiento en la educación inicial
Del mismo lado: el seguimiento, una tarea que se hace con la familia
Crecer, aprender y desarrollarse al ritmo propio
El sentido del seguimiento en la educación inicial
Las finalidades del seguimiento
La escucha pedagógica
La observación
Momentos y situaciones propicias para observar y escuchar
Tener ojos grandes, oídos atentos y un corazón abierto
Diversos medios para captar, registrar, analizar y comunicar lo observado y lo escuchado
La importancia de trabajar juntos
Otros agentes que acompañan la vida de la niña y del niño en la educación inicial
Estos cambios no ocurren de manera lineal, secuencial, acumulativa, homogénea, es decir, no suceden de la misma manera ni al mismo tiempo para todas las niñas y los niños, lo cual revela que son seres diversos, con ritmos y estilos de desarrollo propios
Este proceso parte de la intencionalidad clara y explícita de la maestra, el maestro y los agentes educativos de conocer a las niñas y a los niños, tomar decisiones más asertivas sobre su quehacer y sobre la manera como se apoyan los procesos de desarrollo.
En este sentido, la información recogida ofrece la posibilidad de tener memoria colectiva sobre las experiencias, evidenciar los cambios en las dinámicas relacionales, los intereses, los juegos y las intencionalidades para valorar individual y grupalmente los avances.
El juego es una actividad propia de la primera infancia, decide observar y escuchar, pues sabe que a partir de esta situación puede conocerlos más. Al igual que en el caso del juego, las vivencias en torno al arte, la literatura y la exploración del medio, brindan también oportunidades para revelar quiénes son las niñas y los niños, qué les interesa, quién es su mejor amigo, cuáles son sus temores, etc
Observar no sólo significa “ver a distancia”, sino que implica saber participar en los diversos momentos de la jornada.
Las expresiones de las niñas y los niños varían de acuerdo con la edad, pero no por ello el mecanismo de la escucha se limita a lo que manifiestan verbalmente, sino que se extiende a todas las formas de comunicarse que utilizan, por ejemplo, a través de su cuerpo, del movimiento, de los lenguajes artísticos y de sus silencios. Por lo tanto, escuchar atentamente significa involucrarse, interesarse y tomar en cuenta las opiniones de las niñas y los niños