El proyecto de elaborar una filosofía propia, anclada en la idiosincrasia y en las realidades latinoamericanas, se desarrolló durante el siglo XX en tres vertientes diferentes: 1) la vertiente ontológica, también llamada "americanismo filosófico", que reflexiona sobre la identidad nacional o continental; 2) la vertiente historicista, que busca una comprensión filosófica de la historia de América Latina y la formulación de una historia de las ideas en el continente; 3) la vertiente liberacionista
Esta vertiente también conocida como americanismo filosófico puede rastrearse hasta las primeras décadas del siglo XX en México
cuya influencia se extendió durante casi cuatro siglos, es decir, entre los años 1930 al 1970, dentro de este periodo se puede destacar la seducción de las barbarie. Análisis herético de un continente mestizo (1953), y América profunda en 1962.
Es una segunda ramificación, también originada en México y es impulsada inicialmente por la influencia del filosofo José Ortega y Gasset.
Leopoldo Zea discípulo directo de Gaos fue la figura del historicismo latinoamericano con su reflexión sistemática sobre la historia de las ideas en el continente como presupuesto indispensable para un filosofar propio
También conocida como "filosofía de la liberación", la cual tiene su origen en Argentina en las década del setenta
La filosofía de la liberación ha encontrado eco en varios países , ya sea en Brasil destacando la obra de Hugo Assman , Roberto Gomes , entre otros; Colombia con las obras de Jaime Angulo y Germán Marquinez y en Costa Rica con una gran importancia de la distribución de Franz Hinkelammert