Material: Óleo sobre lámina metálica
Dimensiones: 30,5 x 34,7 cm.
Unas de las tantas obras que pinto esta artista fue:
Estilo: Neo-Impresionismo
Escuela: Simbolismo
La composición del cuadro representa los recuerdos que la artista tiene de este periodo
La madre de Kahlo, Matilde Calderón, dio a luz a Cristina, la hermana de la artista, cuando Frida tenía 11 meses, como Matilde no podía amamantar a sus dos hijas, la familia contrató una nodriza para alimental a Frida.
Ubicación actual de la obra: Colección de Dolores Olmedo, Ciudad de México, México
Plasmó su vida en casi todas sus obras a modo de biografía visual.
La relación entre ellas parece distante y fría, reducida al proceso práctico de alimentación.
Debido a que el recuerdo pertenece a la adulta Frida, el bebé tiene una cabeza de adulto, y porque Frida no podía recordar las facciones de la nodriza, la pintó con la cara cubierta con una máscara funeraria precolombina.
En su pintura podemos observar su lucha por rescatar las raíces del arte popular mexicano ya que en ellas se encuentra la identidad nacional.
Los colores que utilizó en su obra fueron:
VERDE: Luz tibia y buena. CAFÉ: Color de mole, de hoja que se va, tierra. AMARILLO: Locura, enfermedad, miedo, parte del sol y de la alegría. NEGRO: Nada es negro, realmente nada… VERDE: Hojas, tristeza, ciencia, Alemania entera es de este color. AZUL: Electricidad y pureza, amor.
En el fondo se puede ver plantas y un cielo nublado con lluvia.
Si se hace un acercamiento, pueden verse los conductos de la glándula mamaria que llevan leche a la boca de Kahlo y, en el fondo, se ve caer una lluvia de leche.
Esto se debe a que la nodriza le dijo a Kahlo que las gotas de lluvia eran “la leche de la Virgen María”. Asimismo, entre la vegetación que se puede observar en el fondo, se incluye una hoja de leche.
Frida intenta transmitirnos las dificultades por las que ha pasado en la vida, y como ejemplo nos muestra como fue amamantada por una persona que no es su madre, para ella una completa desconocida que no le mostraba cariño alguno