El tema ecológico se ha convertido así en una cuestión filosófica. En los años setenta del siglo pasado, en los países anglosajones, se desarrolló la filosofía del medio ambiente y, con esta, la ética ambiental.
Silent Spring (Carson, 1962), la ética ambiental comenzó a ganar popularidad y la atención del público en general, y a utilizarse como un instrumento de denuncia de la conducta humana irresponsable hacia el ambiente.
El movimiento de la ecologia contribuye que así, “el hombre podría ser descrito como un parasito altamente destructivo que amenaza destruir a su anfitrión -el mundo natural- y, finalmente, a sí mismo” (Bookchin, 2004, p. 23).
La ecología humana analiza, así, las consecuencias de las actividades humanas como una cadena de efectos entre el ecosistema y el sistema social humano
ECOLOGÍA HUMANA: BUSCANDO UNA DEFINICIÓN
EL PUNTO DECISIVO DE LA ECOLOGÍA HUMANA: LA ECOLOGÍA ES UNA ANTROPOLOGÍA
UNA ANTROPOLOGÍA RELACIONAL PARA LA ECOLOGÍA HUMANA: HABITAR LA CASA
OIKOS-LOGOS: LA ECOLOGÍA HUMANA COMO CONSTRUIR Y CUSTODIAR LA CASA
HABITAR LA CASA: LA ECOLOGÍA HUMANA COMO ETHOS
Terry Rambo (1983, p. 1) escribe: “La ecología es la ciencia de las relaciones entre los organismos vivientes y el medio ambiente”, y, más específicamente, “La ecología humana es el estudio de las interacciones humanas con el ambiente”.
La ecología humana ha alcanzado una considerable relevancia práctica en nuestro tiempo; por ejemplo, ha contribuido en gran medida a la definición de los criterios para los proyectos urbanos y la planificación económica (Lima, 2000).
En el nacimiento y desarrollo de la ecología humana destaca una necesidad, muy fácilmente olvidada por el pensamiento ecológico: existe un vínculo indisoluble entre la ecología y la antropología, es decir, entre una determinada concepción del mundo y una visión del hombre. Por lo tanto, la clave ecológica es el ser humano, y el comportamiento ecológico solo puede ser el comportamiento humano.
La dicotomía contemporánea entre antropocentrismo y biocentrismo, de hecho, ha permitido la emergencia de un problema desde hace siglos olvidado por la antropología filosófica, la cual se había ocupado, sobre todo, de resolver la controvertida cuestión de la relación entre alma y cuerpo: el problema del puesto del hombre en el cosmos.
Se podría decir que el ser humano es la historia de su propia iniciativa libre en el medio ambiente y en sí mismo, es decir, es la historia de su progresiva liberación de la esclavitud del instinto y de la reacción al ambiente. En pocas palabras, podríamos concluir que el hombre tiene la historia que es, mientras el animal es la historia que tiene
La construcción de la propia humanidad, que procede de la objetivación del entorno de la cual solo un ser racional como el ser humano es capaz, es propiamente el habitar:
Por lo tanto, el habitar es un gesto exclusivo del hombre, y “pertenece a cada hombre, en la medida en que, simplemente no se somete a la vida, vuelve con insistencia sobre ella, se flexiona sobre ella (reflexiona) con el fin de re-tomarla, entenderla, dominarla, y, en última instancia, nombrarla” (Petrosino, 2007, p. 10).
Este habla de una intimidad que se configura como inaccesible a cualquier instrumento de precisión, el reflejo de la crisis de la casa en cuanto morada.
De esta forma se conoce la casa como la condición de posibilidad de la apertura al otro, esta apertura es la que define correctamente la casa como un lugar humano, como una dimensión personal y nunca animal. sino que más bien describe los espacios, es decir, de la manera esencial de ser “hombres en el mundo”. En este sentido, la tierra puede convertirse en un hogar para los seres humanos o como tambien un lugar donde las relaciones se desarrollan y se convierten en una oportunidad de enriquecimiento para el hombre.
En última instancia, la importancia de la ecología humana reside en la posibilidad de rescatar al mismo tiempo la reflexión ecológica y la filosófica, retomando de nuevo la cuestión de la esencia del ser humano, sin olvidar el hecho de que el hombre es un ser constitutivamente relacional.
Referencias bibliograficas
Valera, L. (2019). Ecología humana. Nuevos desafíos para la ecología y la filosofía. Arbor,Vol. (195-792). pp. 1-12