Son planes de alimentación donde se seleccionan los alimentos más adecuados, para garantizar que un enfermo hospitalizado mantenga o alcance un estado de nutrición óptimo (Goikoetxea, 2008).
Absoluta
Hipocalórica de 2000 kcal
Hipocalórica de 1500 kcal
Sin gluten, sin lactosa, sin residuos, rica en fibra, para hipercolesterolemia
Basal
Líquida
Semilíquida
Blanda
Astringente
Especial por sonda nasogástrica
A los líquidos de la dieta anterior se le añaden alimentos semisólidos, especialmente para pacientes con dificultades para masticar
Pacientes que no necesitan ninguna modificación en su dieta. Se trata de una dieta de aproximadamente 2500 kcal, adaptándose a las necesidade nutritivas de un paciente sin alteraciones alimenticias.
Para pacientes que llegan de quirófano, especialmente de líquidos claros, infusiones y zumos. Dieta de bajo aporte calórico
Esencialmente formada por alimentos cocidos o blandos; pensada también para pacientes con dificultades para masticar
La blanda de postoperatorio es más suave que la mecánica y tiene menos calorías, pensada para substituír progresivamente a la dieta semilíquida en los pacientes recién operados.
Dieta sin residuos, muy pobre en fibra e irritantes intestinales, especialmente pacientes que sufren una gastroenteritis, o cualquier enfermedad que pueda provocarle diarrea.
Pacientes que no puede ingerir los alimentos de forma independiente Se utilizan preparados enterales específicos para la alimentación por sonda nasogástrica, según los protocolos y las guías farmacológicas del propio hospital.
Son dietas bajas en calorías y sin azúcar utilizadas en pacientes diabéticos o con exceso de peso. Se escoge una u otra en función del tipo de diabetes o del peso de la persona. A los pacientes diabéticos se les da, aproximadamente a las 23h, una colación para evitar hipoglucemias
Es la restricción completa de la ingesta de alimentos y líquidos