Todas las organizaciones dependen de un tipo de tecnología o de una matriz de tecnologías para poder funcionar y alcanzar sus objetivos desde un punto de vista puramente administrativo
Vivimos en un mundo en que la tecnología marca el ritmo del progreso y las pautas de vida, en otras palabras, vivimos en un mundo modelado por la tecnología. En nuestra vida cotidiana la tecnología esta omnipresente.
La idea del progreso, tal como lo concebimos hoy, está íntimamente asociada a la idea de la tecnología, y por consiguiente a la idea de ciencia y de técnica.
Todas las organizaciones utilizan algunas formas de tecnología para ejecutar sus operaciones y realizar sus tareas.
La tecnología puede estar o no incorporada a bienes físicos o en bienes de capital, materias primas básicas, materias primas intermedias o componentes, entre otros.
La tecnología no incorporada se encuentra en las personas (como los técnicos, peritos, especialistas, ingenieros, entre otros.) bajo formas de conocimientos intelectuales u operacionales, facilidad mental o manual para ejecutar las operaciones o en documentos que la registran y observan con el fin de asegurar su conservación y transmisión (como mapas, plantas, diseños, proyectos,entre otros.)