La ciudadanía es una cualidad, una condición de las personas que se hace efectiva en las prácticas que definen a estas como integrantes de una sociedad, en relación con otras personas, y con los Estados. Los Derechos Humanos funcionan, precisamente, como marco ético que rige estas relaciones. Los derechos son inalienables e indivisibles y en su desarrollo van enriqueciéndose al incluir nuevas dimensiones y sujetos. Primero fueron los Derechos Civiles y Políticos, luego los Económicos Sociales y Culturales. Los han completado otros, como el derecho al medio ambiente o los derechos sexuales y reproductivos.