Los átomos, ubicados en la tabla periódica de los elementos, presentan características que permiten distinguirlos unos de otros, tales como el número atómico y másico.
El número atómico: es la cantidad de protones que tiene el átomo. En condiciones normales, sería también equivalente al número de electrones, pero como los átomos pueden ceder o ganar electrones, se utiliza la cantidad de protones como referencia. Este valor permite la identificación del elemento, ya que todos los átomos de ese elemento tendrán el mismo número atómico. Ejemplo: el número atómico de todos los átomos de cloro será 17, nunca otro valor y no existe otro elemento con ese mismo número atómico. Se representa con la letra Z y se coloca a la izquierda del símbolo del elemento, como un subíndice.
El número másico: es la cantidad de protones más el número de neutrones que tiene el átomo. Se representa con la letra A y se ubica como un superíndice a la izquierda del símbolo del elemento. Ejemplos: 23Na, 22Ne. Si bien no pueden existir dos elementos con el mismo número atómico, pueden hallarse más de un elemento con el mismo número másico. Ejemplos: calcio 40Ca y el potasio 40K.
Número atómico y se representa con la letra Z. Se coloca como subíndice a la izquierda del símbolo del elemento correspondiente.
Ejemplo, todos los átomos del elemento Hidrógeno tienen 1 protón y su Z = 1, los de helio tienen 2 protones y Z =2, los de litio, 3 protones y Z = 3,…
El Número másico nos indica el número total de partículas que hay en el núcleo, es decir, la suma de protones y neutrones. Se representa con la letra A y se sitúa como superíndice a la izquierda del símbolo del elemento. Representa la masa del átomo medida en uma, ya que la de los electrones es tan pequeña que puede despreciarse.