No es necesario eliminar los hidratos de carbono pero si controlarlos:
Vigilar que las raciones de hidratos de carbono no sean excesivas o reducirlas sin eliminarlas.
Distribución equitativa de las raciones de carbohidrato a lo largo del día, manteniendo la glucemia baja y estable.
Eligir alimentos integrales, legumbres, frutas y verduras de bajo índice glucémico.
Elegir aceite de oliva, preferiblemente extra virgen para cocinar diariamente.
Consumir 2 -4 puñados de frutos secos a la semana.
Por su contenido de antioxidantes para disminuir el riesgo cardiovascular y de aparición de diabetes.