En la música, el Romanticismo fue un periodo que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El Romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el Clasicismo y seguido por el Impresionismo. Está relacionado, por supuesto, con el Romanticismo en otras disciplinas: la corriente de cambios en Literatura, Bellas Artes y Filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales dado que, el Romanticismo en aquellas Artes y en la Filosofía, se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas y que, en el mundo, había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones.
Las raíces clásicas del Romanticismo (1780-1815)[editar] Ludwig van Beethoven (1820), por Joseph Karl Stieler En literatura, se suele decir que el Romanticismo se inició en los años 1770 o 1780, con el movimiento alemán llamado Sturm und Drang. Fue principalmente influenciado por Shakespeare, las sagas folclóricas, reales o ficticias, y por la poesía de Homero. Escritores como Goethe o Schiller, cambiaron radicalmente sus prácticas, mientras en Escocia Robert Burns transcribía la poesía de las canciones populares. Este movimiento literario se reflejó de varias maneras en la música del período clásico, incluyendo la obra de Mozart en la ópera alemana, la elección de las canciones y melodías que se utilizarían en trabajos comerciales y en el incremento gradual de la violencia en la expresión artística. Sin embargo, la habilidad o interés de la mayoría de los compositores para adherirse al "Romanticismo y la revolución" estaba limitada por su dependencia a las cortes reales. Ejemplo de ello es la historia del estreno de Le nozze di Figaro de Mozart, que fue censurada por ser revolucionaria. Incluso en términos puramente musicales, el Romanticismo tomó su sustancia fundamental de la estructura de la práctica clásica. En este período se incrementaron los estándares de composición e interpretación y se crearon formas y conjuntos estándar de músicos. Sin faltar a la razón, E. T. A. Hoffmann llamó "tres compositores románticos" a Haydn, Mozart y Beethoven.Una de las corrientes internas más importantes del clasicismo es el rol del cromatismo y la ambigüedad armónica. Todos los compositores clásicos más importantes utilizaron la ambigüedad armónica y la técnica de moverse rápidamente entre distintas tonalidades sin establecer una verdadera tonalidad. Uno de los ejemplos más conocidos de ese caos armónico se encuentra al principio de La Creación de Haydn. Sin embargo, en todas estas excursiones la tensión se basaba en secciones articuladas, un movimiento hacia la dominante o la relativa mayor y una transparencia de la textura. Para los años 1810 se había combinado la utilización del cromatismo y la tonalidad menor, el deseo de moverse a más tonalidades para lograr un rango más amplio de música y la necesidad de un mayor alcance operístico.