El término Web 2.0, acuñado por Tom O' Reilly en el año 2004 hace referencia a una segunda generación de modelos de páginas Web.
Se entiende como una nueva filosofía de navegar, una nueva forma de participar en la red.
Su antecesor, la Web 1.0, presenta un modelo de navegación más estático, este nuevo formato fomenta la participación activa.
El usuario ya no se limita a acceder a la información, sino que la crea.
Se entiende por Web 2.0 todos aquellos servicios de Internet cuya base de datos puede ser modificada en contenido, formato o ambos.
Los usuarios tienen un control total de su información.
Se produce una descentralización de Internet por la que el cliente es, a su vez, servidor.
Este formato facilita la interactividad entre usuarios, que se refleja sobre todo en el uso de redes sociales, engrandeciendo así la inteligencia colectiva.
El modelo 2.0 ha provocado un fuerte impacto social. El usuario tiene más poder en la red que nunca, ya que ahora tiene la capacidad de expresarse libremente y de ser escuchado: tiene voz y voto en Internet.
Simplifica la usabilidad del sitio Web y ahorra tiempo al usuario.
Estandariza los lenguajes para un mejor uso de la re-utilización del código, permite una mejor interoperabilidad entre las aplicaciones y las máquinas (software-hardware).
Facilita además el reconocimiento o detección de carencias o nuevas formas de utilización de aplicaciones y la convergencia entre los medios de comunicación y los contenidos.