La Reforma Educativa pretende que niños y jóvenes desarrollen aprendizajes significativos, posee además un enfoque inclusivo y plural que favorece el conocimiento y aprecio de la diversidad cultural, con el fin de que cada estudiante pueda desenvolverse en una sociedad que le demanda nuevos desempeños para relacionarse en un marco de pluralidad y democracia, y en un mundo global e interdependiente.
Por lo tanto, en la escuela se busca que los alumnos aprendan a relacionarse armónicamente consigo mismo, con los otros y con la naturaleza; comunicarse con eficacia; trabajar en equipo; tomar decisiones y negociar con otros; crecer con los demás; manejar armónicamente las relaciones personales y emocionales movilizando recursos psicosociales (incluyendo destrezas y actitudes) en contextos específicos; desarrollar la identidad personal; reconocer y valorar los elementos de la diversidad étnica, cultural y lingüística que caracterizan a nuestro país.
Sin embargo la escuela no es el único contexto de enseñanza, ni sus docentes los únicos agentes educadores, también los padres, las familias y los medios de comunicación ejercen un importante papel educativo.
Por ésta razón en consonancia con la escuela, es imprescindible la colaboración de los padres de familia como partícipes de un trabajo colectivo y corresponsable; en donde ambos sean capaces de enseñar mejores formas de interacción, para relacionarse en una convivencia escolar pacífica y democrática que a la vez contribuya en la disminución de los factores de riesgo de violencia. Se requiere establecer alianzas entre las familias y la escuela para lograr estos objetivos.