El próximo mes de noviembre se cumplirán tres décadas del lanzamiento de Windows 1.0. Mucho ha llovido desde entonces y han sido varias las versiones que han consolidado el papel de la empresa de Redmond en la historia de la tecnología. Y sin embargo puede que ninguna de ellas sea tan relevante como Windows 10: sin lugar a dudas el sistema operativo más ambicioso e importante de la historia de Microsoft.
Eso hace particularmente delicado hacer un análisis de una plataforma de la que por el momento solo tenemos uno de sus componentes. Windows 10 ya no es un sistema operativo solo para PCs y portátiles: abarca tablets, convertibles, smartphones o consolas, entre otros. Este análisis afronta solo parte de esa ambiciosa idea de un Windows para todos, y lo que hemos visto, con sus luces y sus sombras, nos ha gustado. Mucho.