La libertad es una facultad exclusiva de los seres humanos.
Para ejercer la libertad hay que reflexionar antes de actuar; es decir, pensar en las consecuencias de las decisiones que se toman.
Ser responsable y responder por tus actos y tus decisiones ante los demás.
La libertad se puede ejercer siempre que no te dañes a ti mismo ni a otras personas.
El ejercicio de la libertad conlleva desafíos y tensiones o dilemas que se sobrellevan cuando se reacciona de manera autónoma.