Comprende los inicios de la revolución, desde 1789 hasta 1792, cuando se abolió la monarquía.
Estados Generales (1789)
Eran una asamblea que se reunía en momentos de crisis y en la que representantes de los tres estados o estamentos de la sociedad francesa transmitían sus necesidades o escuchaban las de la Corona.
EL rey Luis XVI convocó a los Estados Generales para solicitar un aumento de los impuestos y que los nobles los empezaran a pagar. Pero los representantes del Tercer Estado (integrado por banqueros, comerciantes, artesanos, campesinos y sectores populares urbanos), aprovecharon la convocatoria para solicitar el voto individual, en lugar del tradicional voto por estamentos. Como este pedido fue rechazado tanto por el rey como por los dos primeros estados (clero y nobleza), el Tercer Estado se retiró de los Estados Generales y formó una Asamblea Nacional.
Asamblea Nacional (1789)
El rey Luis XVI intentó disolver por la fuerza la Asamblea Nacional. Pero el 14 de julio de 1789 los sectores populares de la ciudad de París tomaron por asalto la Bastilla, una fortaleza en la que la monarquía guardaba armas y encarcelaba a los opositores. La toma de la Bastilla salvó a la Asamblea Nacional, que pudo seguir sesionando para suprimir el feudalismo y los derechos y privilegios de la nobleza.
Asamblea Constituyente (1789-1791)
La Asamblea Nacional, transformada en Asamblea Constituyente, proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y sancionó la Constitución de 1791. Esta Constitución creó la monarquía parlamentaria, al establecer la división de poderes y una Asamblea Legislativa que se encargaría de la sanción de las leyes. En la monarquía parlamentaria solo un sector del Tercer Estado, la burguesía, tenía derecho a votar a los dirigentes políticos.
Asamblea Legislativa (1791-1792
Estaba dominada por dos facciones políticas:
Girondinos: liderados por Jacques Pierre Brissot, propiciaban un acuerdo entre el rey y los sectores burgueses, que pretendían dar por terminada la revolución.
Jacobinos: al mando de Maximilien Robespierre, eran más radicales ya que querían mejorar la situación de los sectores populares y proclamar la república.
En un principio predominó la posición de los girondinos, pero las sospechas de que Luis XVI conspiraba con otros monarcas para que atacaran Francia, provocaron la detención de la familia real y la supresión de la monarquía.
ETAPA MONÁRQUICA