Caption: : La concepción de la vida empieza con el proceso de fecundación del cual resulta el huevo o cigoto, célula que particularmente admite la información genética de los progenitores y provoca la variabilidad genética, lo que convierte a cada individuo como único en el mundo.
En esta se incorporan los gametos, bien de manera común, o sea, por medio de una fecundación in vitro en la que se sitúa el ovocito con varios espermatozoides en una placa y se espera a que uno de ellos lo fecunde, o bien por medio de microinyección espermática (ICSI), inyectando de manera directa un espermatozoide en el ovocito.
Etapa 1º Cigoto
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Etapa 2º Embrión
Desde este instante empieza el proceso de separación celular: el cigoto dará sitio a 2 células que, paralelamente, se dividirán y darán sitio a 4 células, un proceso que pasa en el segundo día de desarrollo embrionario. Las divisiones continúan sucesivamente y, ya en el tercer día de desarrollo, el embrión tendrá que disponer de 8 células.
En el cuarto día de desarrollo, el embrión debería conseguir el estado de mórula, una composición que tiene un número alto de células (64) aproximadamente que se compactan entre ellas.
La última fase del desarrollo -quinto o sexto día de cultivo-, llega una vez que el embrión alcanza el estadio de blastocisto, que es el nombre que se le da una vez que este ya muestra una composición determinada en la que tienen la posibilidad de visualizar y distinguir las diversas clases de células que constituirán el feto, así como los tejidos y membranas que lo rodearán y mantendrán en perfectas condiciones a lo largo de todo el embarazo.